El pasado sábado el mundo entero quiso celebrar el aniversario de tan especial invento, acercando esta visión personal de los astros y estrellas del firmamento a todo el que quisiera experimentar en sus propias carnes una aventura estelar. De este modo, diferentes ciudades del mundo celebraron las Noches del Galileo, una jornada en la que los telescopios se llevaron a las calles. Antequera no se quedó atrás y el marco elegido fue uno de los más emblemáticos de la ciudad: Los Dólmenes. Un espacio muy relacionado con el mundo astral y es que hace apenas unos meses se descubrió la estrecha relación entre estos munumentos funerarios y los planetas, ya que podrían estar alineados en torno a esferas del sistema solar.
La jornada mezcló arqueología y astronomía desde el principio. Primero, una visita a estos antiquísimos monumentos megalíticos, de la que disfrutaron más de 300 personas, muchas de ellas, llegadas desde Málaga en autobuses. Tras conocer los misterios de estos edificios funerarios y poder entrar a los mismos, los excursionistas se adentraron en la magia de las estrellas, gracias a los telescopios aportados por la Sociedad Malagueña de Astronomía.
En total se colocaron siete telescopios que apuntaban a diferentes lugares del firmamento, así como pantallas que reproducían los que se podía ver a través de ellos, para que pudieran observar los mismos paisajes todos los visitantes. “Se trata de que la gente se acerque al mundo de la astronomía, por eso, además de los telescopios, una pantalla irá mostrando lo que se puede ver a través de ellos y se darán algunas explicaciones a los observadores”, explicaba previamente a la actividad el vicepresidente de la sociedad, Francisco Gálvez.
La Luna, la Vía Láctea, la Galaxia de Andrómeda, o Júpiter con sus cuatro satélites, Io, Europa, Ganímedes y Calisto, que fueron descubiertos porel mismísimo Galileo tal día como este, y algunos astros más pudieron captar a través de las lentes aquellos que se adentraron en la aventura de las estrellas, no solo en Antequera, sino en más de 140 países del planeta. Unos astros que no se vieron ocultos por la contaminación lumínica ya que el Consistorio acordó apagar la mayor parte de las luces de las zonas de la ciudad que rodean a los Dólmenes.