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La almadraba de Zahara inaugura temporada con la captura de 60 atunes

Las almadrabas de la OPP51 afrontan una campaña complicada tras su primera ‘levantá’

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  • Los primeros atunes salvajes rojos de almadraba llegan al puerto de Barbate. -
  • La temporada llega con grandes dificultades: la crisis sanitaria y el alga invasora
  • Gadira comercializará el total de estas capturas en el mercado nacional

Las almadrabas gaditanas agrupadas en la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba OPP51 (Zahara de los Atunes, Conil y Tarifa) han iniciado este sábado su temporada de pesca con la primera ‘levantá’, que será comercializada en exclusiva por Gadira desde Barbate.

La OPP51 y Gadira destinarán parte de las capturas de hoy al Banco de Alimentos de Cádiz, que gestionará la entrega de atún rojo salvaje de almadraba a las personas más desfavorecidas de la provincia

En total, unos 60 ejemplares de atunes rojos salvajes procedentes de la almadraba de Zahara de los Atunes han sido descargados en el Puerto de la Albufera de Barbate para su posterior ronqueo (técnica de despiece artesanal) y comercialización, en fresco y ultracongelado a menos 60 grados.

Dada la excepcional situación ocasionada por el Covid-19, las almadrabas representadas en la OPP51 y Gadira destinarán parte de las capturas de hoy al Banco de Alimentos de Cádiz, que gestionará la entrega de atún rojo salvaje de almadraba a las personas más desfavorecidas de la provincia.
Además, se están gestionando donaciones con los ayuntamientos de los municipios almadraberos que será distribuidas por asociaciones locales.


Temporada llena de incertidumbres

Con la ‘levantá’ de hoy en Zahara de los Atunes -la primera de las tres almadrabas de la OPP51 en faenar- se inaugura oficialmente una campaña con grandes dificultades para esta pesca trimilenaria y sostenible que se da únicamente entre abril y junio en la costa de Cádiz.

A la problemática de las especies invasoras, que perjudicaron las labores de pesca el pasado año, se suma la actual crisis sanitaria y su impacto en el consumo a corto y largo plazo. 

Y es que esta pesquería artesanal depende mayoritariamente de la comercialización en la hostelería, un sector muy perjudicado por el Covid-19 a causa del cierre temporal de locales y con un futuro muy complejo por delante.

Así, a pesar de unos obstáculos sin precedentes, la OPP51 ha decidido mantener activas sus tres almadrabas, minimizando la repercusión que podría tener el freno de un sector generador de riqueza y empleo en las localidades almadraberas.

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