El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y los grupos políticos del Ayuntamiento han acordado este miércoles la constitución, previsiblemente la próxima semana, de una comisión no permanente para diseñar un plan de “reconstrucción” social y económica para la ciudad una vez se levante el estado de alarma.
Para empezar a abordar esa tarea, los grupos políticos contarán con un “informe completo” en el que se dibujan diferentes escenarios, “desde los más pesimistas a los más optimistas”, de caída de ingresos e incremento de los gastos. El alcalde ha trasladado a los portavoces de las fuerzas políticas con representación en el Ayuntamiento la “preocupación por la pérdida de ingresos” ante la necesidad de atender con urgencia a miles de familias que se han quedado sin lo más básico. De hecho, son más de 2.500 los hogares a los que los servicios sociales municipales están garantizando alimentos en estos días.
Pero para poder plantear medidas concretas a colectivos como el hostelero, hotelero, autónomos y pequeñas y medianas empresas hace falta conocer cómo y cuándo se volverá a la normalidad y contar con información precisa sobre qué medidas y ayudas va a tomar el Gobierno central para ayudar a los ayuntamientos. Estos dos factores son claves para no sólo reprogramar el presupuesto de 2020 sino para poder empezar en septiembre a elaborar las cuentas de 2021. Ambas cosas van a “solaparse” en el tiempo, ha reconocido Espadas.
Al Gobierno central, Espadas vuelve a reclamar (en línea con lo sostenido por la Federación Española de Municipios y Provincia, FEMP) concreción sobre la posibilidad de usar íntegramente el superávit y cambios normativos que permitan a los ayuntamientos afrontar el periodo post estado de alarma con una línea roja además: “Nunca poner en peligro los servicios públicos”.
El parón económico obligado por la pandemia y el cambio en la vida y usos cotidianos de los ciudadanos provocarán agujeros importantes en los presupuestos municipales. El alcalde ha puesto como ejemplo a la empresa pública de transportes Tussam. Si mensualmente los ingresos por viajes rondan los cuatro millones de euros en condiciones normales, con una caída de viajeros de casi el 90%, la merma de ingresos tendría que ser suplida por el Ayuntamiento con transferencias millonarias que habría que sacar de otras partidas. Para evitar esta situación y así garantizar la prestación de servicios públicos (“en ningún caso habrá afección al servicio público”, ha subrayado el alcalde en alusión a la situación de la plantilla de Tussam), Sevilla, con otras grandes capitales, ha reclamado un fondo extraordinario habilitado por el Gobierno central para “compensar” esas pérdidas. Situación similar de caída estrepitosa de ingresos se registra en el Alcázar, cerrado desde que se decretó el estado de alarma. O en Fibes, con la actividad de eventos y congresos parada en seco.
Pese a todo, el alcalde ha instado a los grupos políticos a ser “prudentes” hasta conocer los datos y cómo van a ir volviendo los diferentes sectores económicos a la normalidad. Espadas ha agradecido las propuestas “constructivas” de todos los portavoces con los que se ha reunido. Por parte de Adelante Sevilla, con quien el alcalde pactó el presupuesto de 2020 y con quien analizará primero si éste se puede o no ejecutar en su totalidad, el portavoz Daniel González Rojas ha hecho hincapié en el interés de su formación en participar en las políticas de emergencia social; el portavoz de Cs, Álvaro Pimentel, ha reclamado medidas relacionadas con el empleo mediante inversiones productivas; el portavoz del PP, Beltrán Pérez, ha centrado su petición en autónomos y pymes. Y la portavoz de Vox, Cristina Peláez, en la necesidad de no incurrir en más déficit y en eliminar “gastos superfluos”.
