“Si no se llevó a alguien por delante es un milagro; yo pude echarme a un lado temblando y si hubiera tomado los datos lo hubiera denunciado por intento de asesinato como mínimo”. Son manifestaciones de un motorista que hace una semana llegó a temer por su vida y la de su acompañante que viajaba de paquete cuando regresaban de Cádiz y decidieron coger por la AP-4 “para probarla sin pagar y ver qué tal sienta”. Una experiencia que a punto estuvo de salirle demasiado cara, aunque se librasen de abonar los 7,20 euros del peaje. Cuando iban por el término municipal de Jerez, a la altura de la última gasolinera, se encontraron con un conductor kamikaze que circulaba en sentido contrario y a gran velocidad.
“Eran las cinco y cuarto de la tarde y nos lo encontramos de frente, a 150 kilómetros o así. Era un Seat y tuve que dar un volantazo y me tiré para el otro carril. Fue allí donde me encontré a dos guardias civiles con las motos que iban persiguiéndole por el otro lado. Así que tuve que dar otro volantazo de nuevo y me eché a un lado temblando”, indica.
Sin daños personales
Afortunadamente este sujeto fue interceptado poco después sin causar ningún accidente. Tras la denuncia de este testigo, fuentes de la Guardia Civil han confirmado a Viva Jerez que, efectivamente, el pasado 11 de enero una pareja de motoristas del destacamento de tráfico de Jerez detectó un Seat Ibiza entrando en la autopista por el kilómetro 82 sentido Sevilla en dirección contraria, es decir, hacia Cádiz y por el carril izquierdo. Desde ese momento comenzó una intervención que vivió en primera persona el conductor de la motocicleta y que concluyó cuando los agentes lo interceptaron en el kilómetro 79 de la AP-4 pasadas las cinco de la tarde.
Las mismas fuentes detallaron que el conductor del turismo arrojó 0,18 mg/litro de alcohol en aire expirado en la prueba de alcoholemia y al someterlo al test de drogas dio positivo en consumo de thc (cannabis), por lo que será investigado por un delito contra la seguridad vial.