Casi un tercio de los manifestantes arrestados en Hong Kong durante las protestas que desde hace cuatro meses se suceden en la ciudad son menores de edad, informó el departamento de Seguridad del Gobierno hongkonés.
El Secretario Jefe de Administración, Matthew Cheung, reveló este jueves por la noche en una rueda de prensa que de los 2.379 arrestados desde junio hasta la fecha, 750 tenían menos de 18 años de edad y 104 menos de 16 años.
Cheung valoró estos datos como "impactantes" y "desoladores", y pidió a padres y profesores que hagan un llamamiento a los jóvenes "para que no se unan a ningún acto ilegal o violento" y se mantengan "alejados de los cordones policiales" a fin de evitar "situaciones de peligro" durante las operaciones de los antidisturbios.
El secretario añadió que el Gobierno hongkonés no está tratando de erradicar las protestas en la ciudad con la aprobación la semana pasada de una controvertida ley que prohíbe el uso de máscaras en las manifestaciones.
"Nunca hemos reprimido las protestas en sí. Reprimimos sólo la violencia. Las protestas, si son legales y pacíficas, forman parte de nuestros valores", señaló.
Cheung aseguró que "hace falta tiempo" para juzgar la efectividad de la nueva ley de emergencia, que calificó como "necesaria" para que la Policía pueda "lidiar con la ilegalidad".
El funcionario hongkonés también dio cuenta de los daños y la destrucción causada por los manifestantes más violentos, indicando que los radicales han destrozado una quinta parte de los semáforos de la ciudad, desmantelado unos 42 kilómetros de vallas situadas en los bordes de las carreteras y levantado unos 2.600 metros cuadrados de pavimentos peatonales.
Por otra parte, la Policía hongkonesa anunció en la medianoche del jueves que va a conceder "alta prioridad" a una denuncia impuesta por una estudiante de la Universidad de China por presuntos abusos sexuales cuando fue detenida el pasado 31 de agosto.
Según declaró hoy la mujer, Sonia Ng, a una radio local, los hechos ocurrieron después de que los policías la trasladaran a la comisaría de Kwai Chung, donde un agente le habría golpeado en los senos y dos mujeres del cuerpo le habrían espiado en el baño.
"Nos pondremos en contacto con ella y le pediremos que proporcione pruebas concretas para que podamos iniciar una investigación justa lo antes posible", agregó el comunicado policial.
Asimismo, este viernes cientos de hongkoneses marcharon por las calles del distrito financiero para protestar en contra de la Policía y de la ley de emergencia, que pretende forzar a que los manifestantes dejen de usar máscaras para ocultar su identidad, y así agilizar la labor policial a la hora de realizar detenciones.
Sin embargo, la prohibición preocupa menos que la invocación de regulaciones de emergencia, creadas en 1922, y usadas por última vez en 1967, cuando Hong Kong era parte del Reino Unido.
Las protestas, que se convirtieron en masivas en junio a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición, han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que rigen Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
No obstante, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía son habituales.
El pasado fin de semana, el caos volvió a apoderarse de la ciudad cuando los más radicales optaron por vandalizar estaciones de metro, así como bancos y tiendas chinas, y por lanzar ladrillos y cócteles molotov contra los agentes.