El alcalde de El Puerto de Santa María, Germán Beardo, ha recibido al director de la ONCE, Cristino Ortuno, acompañado de Mila Rodríguez, vicepresidenta del Consejo Territorial de la Once de Andalucía, Ceuta y Melilla, y Amalia Amezcua, referente del mayor dentro del Consejo.
Germán Beardo quiere agradecer públicamente a este colectivo su visita, que ha servido como presentación oficial en aras de continuar colaborando estrechamente con la ONCE.
Ortuno ha expresado que su prioridad como director es “devolver a la sociedad lo que la sociedad hace por ellos”. La ONCE da empleo, cobertura a sus afiliados y, por supuesto, presta apoyo a los invidentes y deficientes visuales en los ámbitos educativos, en colaboración con distintas organizaciones.
Beardo ha destacado que es una labor encomiable que sufragan con la venta del cupón que genera la mayor parte de sus ingresos. Además, por supuesto, de repartir muchos premios entre los compradores del cupón.
El director de la Once en Jerez ha explicado al primer edil de la ciudad que en El Puerto la organización tiene unos setenta vendedores, aunque esta cifra oscila en los meses del verano al alza, teniendo en cuenta que se incrementa la población de la ciudad y, por tanto, se multiplican las ventas. Igualmente, Cristino Ortuno ha señalado que en la ciudad cuentan con 172 afiliados.
El alcalde de El Puerto ha agradecido a la ONCE el trabajo que desarrollan, sobre todo ofreciendo a cualquier persona que tenga mínimo un 33% de discapacidad la posibilidad de trabajar. Esta alternativa laboral, en ciertos perfiles obviamente, supone una oportunidad que desde El Puerto el alcalde tendrá en cuenta para promocionar a través de la Concejalía de Bienestar Social, Igualdad y Familia.
Beardo ha explicado que la ONCE se ha consolidado como un motor de empleo para el colectivo de personas con discapacidad que desde las administraciones locales tenemos que apoyar.
La reunión también ha servido, entre otros temas, para ahondar cuestiones que desde el Ayuntamiento podemos mejorar para facilitar la vida diaria a las personas invidentes.
Por ejemplo, una de las peticiones que Beardo ha anotado y que ha trasladado esta misma mañana al Área de Medio Ambiente y Movilidad es que desde el servicio municipal de poda se tenga en cuenta a la hora de desbrozar que los ramajes de los árboles queden perfectamente limpios a cierta altura para que cuando los invidentes pasean o caminan por las calles no tropiecen con ellos.
Otra cuestión sencilla que les facilitaría su inserción social y que también se ha abordado es que, en las oficinas o dependencias municipales, como la OAC, se comunique a través de los altavoces, y no sólo en la pantalla, el turno y el número de mesa que le corresponde a la persona que ha solicitado cita.
Detalles simples, señala Beardo, en los que muchas veces no reparamos y que contribuirán decisivamente a ayudarles y hacerles la vida más fácil en su día a día.
