La organización Facua-Consumidores en Acción ha denunciado ante la Dirección General de Consumo de la Comunidad de Madrid a Comapa, la mayor distribuidora de ibéricos en España, proveedora de Carrefour y titular de la marca Jamones Sierra Alpujarra, por vender jamones de Polonia como si fueran de Granada.
La asociación, que ha presentado su reclamación ante la Dirección General de Consumo de Madrid por estar el domicilio social de la empresa en esta comunidad, subraya en un comunicado que en la etiqueta de estos jamones se indica literalmente "Jamones Sierra Alpujarra. Granada. Jamón curado".
Según ha denunciado la Asociación de Productores de La Alpujarra, los jamones comercializados bajo esta marca provienen de cerdos criados en Polonia cuya carne ha sido curada y envasada en otras provincias españolas, como Segovia, pero no en localidades de la Alpujarra granadina.
Facua ha indicado este jueves en un comunicado que el etiquetado de estos productos puede provocar que el consumidor los adquiera bajo la creencia errónea de que el origen del jamón y su curación se encuentran en la Alpujarra granadina, cuando no es así.
Tras otra denuncia de la asociación, la Junta de Castilla y León ya abrió expediente sancionador a la empresa Cien por Cien Pata Negra SL, de Guijuelo (Salamanca), ya que su nombre aparece destacado en el etiquetado de jamones y ello induce a creer que se trata de productos de "pata negra" cuando en realidad no cumplen las exigencias legales para poder presentarse con esa denominación.
Facua recuerda que el reglamento de la Unión Europea dice que "la indicación del país de origen o el lugar de procedencia será obligatoria cuando su omisión pudiera inducir a error al consumidor en cuanto al país de origen o el lugar de procedencia real del alimento, en particular si la información que acompaña al alimento o la etiqueta en su conjunto pudieran insinuar que el alimento tiene un país de origen o un lugar de procedencia diferente".
Asimismo, la asociación señala que el Real Decreto 474/2014, de 13 de junio, por el que se aprueba la norma de calidad de derivados cárnicos, en su artículo 23, expone que "la marca comercial o razón social no contendrá indicaciones gráficas o escritas que puedan confundir al consumidor en cuanto a la naturaleza del producto, su calidad, categoría o denominación".