Una imagen y la noticia del interés por demoler el número 1 de la plaza San Miguel de Torremolinos despertaron en Daniel Vertedor González las ganas de promover una asociación de vecinos para preservar el patrimonio de esta localidad.
Asociación de Vecinos de Torremolinos ha nacido como grupo de Facebook y actualmente cuenta con 119 miembros, pero busca constituirse como una asociación para llevar a cabo estas acciones de manera totalmente legal.
La noticia saltaba en redes sociales a mediados de este mes a través de la página de Torremolinos Chic, en la que informaban sobre el “previsible derribo” de la casa ubicada en la plaza de la iglesia de San Miguel, que data de finales de los años 40, según varios testimonios recogidos. “Se ha afirmado muy alegremente que tiene poco interés arquitectónico, quizás por su estilo tradicional, ordenado y sobrio. Sin embargo fue una casa ambiciosa y espectacular, con sus amplias terrazas y cubiertas, pese a estar construida en plena autarquía. El actual color granate mermó considerablemente su belleza”, afirman en la página.
Esta publicación hizo que Vertedor, restaurador arqueológico, se pusiese las pilas y arrancase este grupo abierto a todos los interesados. “La intención es llamar la atención de la gente de Torremolinos y tener reuniones periódicas para proteger la identidad de nuestro patrimonio. El primer paso, crear un grupo en Facebook, lo he dado para conocer el interés de los vecinos”, afirma Vertedor.
Esta futura asociación, que no se identificará con ningún color político, según afirma su creador, intentará “proteger la identidad de la ciudad y lo poco antiguo que queda de ella”, explica Daniel.
Como si de una asociación de vecinos de una barriada se tratase, pero a lo grande, pretende que todos los edificios que marcan la identidad de Torremolinos tengan la misma suerte que inmuebles como la Casa de Los Navajas, totalmente recuperada y abierta al público para visitas y eventos culturales, o la casa de María Barrabino, edificada a finales del siglo XIX, y que adquirió el Ayuntamiento de Torremolinos en 2017, por 1,1 millones de euros, para convertirla en un atractivo más de la plaza Costa del Sol.
