La fachada de la iglesia de San Lucas muestra ya todo su esplendor después de que a lo largo de estos últimos meses apareciera cubierta con un andamiaje cuyas labores de retirada finalizaron este pasado lunes.
La actuación fue promovida por la Hermandad de las Tres Caídas, que es la custodia del templo, hace justamente un año y después de que se produjeran una serie de desprendimientos en la zona de la espadaña.
La obra que se ha acometido ha consistido fundamentalmente en la eliminación de capas de cal y morteros de cemento, así como de la maleza que venía provocando daños en el edificio.
Además, se ha resanado la piedra, que queda ahora al descubierto tras esa eliminación de añadidos que fueron incorporándose a lo largo del tiempo.
El hermano mayor de la Hermandad de las Tres Caídas, Feliciano Pérez de Azpillaga, ha explicado en cualquier caso que todavía restan por acometer pequeños trabajos en la fachada que no precisan ya de la colocación de los andamios, cuyo alquiler diario suponía un gasto importante para las arcas de la cofradía.
Se sigue además trabajando en el interior del templo, ya que las obras contemplaban también actuaciones en algunas cubiertas.
De igual modo, se está aprovechando el cierre temporal de la iglesia para pintar todo el interior. En cualquier caso, las actuaciones de mayor envergadura ya han finalizado y el templo estará en disposición de recuperar el culto habitual a lo largo del próximo mes de julio, un poco antes de lo inicialmente previsto.
El aspecto exterior de San Lucas está llamando la atención de los viandantes, que empiezan a interesarse por un templo cuya fachada estaba en precario estado de conservación. “Podemos estar orgullosos del trabajo que se ha realizado porque la ciudad recupera ahora un monumento que está además enclavado en un lugar de paso diario de muchos turistas”, subraya el hermano mayor de la Hermandad de las Tres Caídas.
Una obra “sin apoyo de ningún tipo”
Las obras serán costeadas por la hermandad, que no ha encontrado apoyos “de ningún tipo”. Para ello se solicitó un préstamo por 220.000 euros al que deberá responderse en los próximos catorce años.
