El presidente de Vox, Santiago Abascal, se ha mostrado partidario de castigar los pitos al himno nacional y ha pedido llamar "la Rojigualda" a la selección española de fútbol, y rechaza la política de fichajes del Athletic del Bilbao por "etnicista y política".
"Soy absolutamente partidario de cualquier tipo de medida que impida un ultraje al himno nacional", ha dicho Abascal en una entrevista con el diario Marca en la que considera que esta práctica se acabaría si los clubs fueran "castigados duramente, igual que son sancionados si un aficionado lanza una botella al campo o grita insultos racistas".
En cuanto a los pitos, los considera un gesto de mala educación y considera que "todas las personas normales rechazan los gestos de mala educación y las ofensas a los símbolos de otros siempre denotan mala educación".
"Eso no se puede tolerar", ha considerado el líder de Vox, para quien "igual que en un campo de fútbol no se pueden lanzar insultos racistas, no es aceptable que se pite un himno nacional o se escuchen cánticos del estilo "españoles hijos de puta".
En cuanto a la selección nacional, Abascal ha considerado que llamarla "la Roja" es una forma de "eliminar lo nacional de la selección", por lo que preferiría llamarla "la Rojigualda".
También ha subrayado que "por supuesto", Vox no se plantea que "ningún tipo de selección de carácter autonómico logre un reconocimiento de carácter oficial".
Abascal también ha reconocido no sentir afinidad por al Athletic Club pese a ser nacido en Bilbao, ya que siempre tuvo más afinidad por la selección española y sus compañeros de colegio -la mayoría del Athletic- le criticaban de manera "especialmente agresiva" por ello.
Así, ha subrayado que desde niño pudo ver cómo como algunos clubes se convertían en "herramientas políticas contra España" y ha considerado que es "muy feo cuando la política se mezcla con el deporte, algo que yo he vivido en un sitio donde eso se percibía de una forma especialmente agresiva.
En cuanto a la política de fichajes del Athletic, Abascal ha cuestionado que sólo jueguen "jugadores vascos, incluidos navarros y franceses, y no del resto de España", una política con un gran componente "etnicista y político que yo no puedo asumir".
"O incluso la Real Sociedad, que hacía otra cosa. Ahora no sé cómo es, pero hubo unos años en los que sólo fichaba a jugadores vascos y extranjeros, pero no españoles. Yo no sé si ha modificado ya esa política", considera.