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San Fernando

O lo hacen con imaginación y algo más o se puede montar un pollo....

A ver quién convence y con qué argumentos al dueño de una nave industrial de que la retranquee tres metros para hacer aparcamientos.

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  • Fadricas -

Ciudadanos dice que todos los empresarios de Fadricas están a favor de permitir en el viejo polígono de construcción privada de la ciudad la actividad hostelera. Para ello ponen por delante al gerente de la Comunidad de Propietarios que se reunió con ellos y con el Gobierno municipal.

Y es de suponer que el gerente, José Ramón Arrocha, cuando va a una reunión de ese calibre lo hace con un mandato de sus representados. Es la democracia representativa.

Ello no quita que haya empresarios que se opongan a esa medida, que los hay, aunque bien es cierto que los empresarios hosteleros o con negocios en los que la presencia de público es primordial para funcionar deben estar de acuerdo por pura lógica.


El problema que se les presenta a todos es que lo que ahora es una buena noticia, es una buena noticia salvo buen fin, cuando el banco acepta un cheque. Esto es, el cheque es bueno si el banco se lo cobra al que lo firmó. Y ahí comienza la segunda parte.

El Pleno del Ayuntamiento aprobó con el apoyo del Gobierno municipal y Ciudadanos la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente para que la hostelería y otros tipos de negocios puedan instalarse en el polígono y que además se normalice la situación de los que ya están y que se encontraban fuera de ordenación. Porque aquello era un polígono industrial.

Para el equipo de Gobierno se trata de un gran avance en el desarrollo de la ciudad que quieren los socialistas y andalucistas y además da cumplimiento a una razón que se iba imponiendo por su propio peso y que precisamente ya había creado el problema con los hosteleros allí instalados sin estar amparados por la normativa urbanística.

Que Bahía Sur como zona comercial se ha quedado pequeña para competir con otras zonas de la provincia es algo que vienen diciendo desde la propia multinacional que gestiona el centro comercial desde hace años. De hecho, hay sobre la mesa un proyecto para reconvertir el estadio Bahía Sur en un campo de fútbol y ampliar la zona comercial. Lo que no hay es dinero ni ha sido el momento.

Para no pagar a Rodamco
Por otro lado, empresarios que no están dispuestos o no pueden pagar las desorbitadas cantidades que exige el centro comercial de Rodamco vienen mirando desde hace años a la zona del polígono de Fadricas como una ampliación “natural” de la zona comercial de Bahía Sur.

La aprobación plenaria abre las puertas a esa ampliación “natural” y posiblemente en polígono de Fadricas comience a partir de ahora a dejar a un lado su carácter industrial exclusivo y tienda a incorporar el carácter comercil a su denominación y sobre todo, a su uso.

¿Todos contentos? Con la democracia representativa, sí. Políticamente queda el Partido Popular que dice que se pierde suelo industrial y que un bar se puede instalar en Bahía Sur pero una fábrica de embutidos (por ejemplo), no. Ni un tanatorio.

Sin embargo, puede que el problema no sea la pérdida de suelo industrial la que impida la instalación de más industrias, sino los industriales que no quieran instalarse en un polígono con una comunicaciones deficientes y pendientes de proyectos desde hace muchos años. Que tendría que haber hecho el Gobierno central, por cierto. Del Partido Popular.

Eso, sin embargo, será como los cheques de los bancos. Se verá si cuando haya luz en Fadricas II, el polígono relativamente moderno de al lado se llena en dos horas, como le pasó a un polígono industrial de Conil allá por el final del siglo pasado, o por contra los empresarios prefieren Tres Caminos o los polígonos de Chiclana. Hay donde elegir.

Y no sólo por la falta de comunicaciones, sino porque es vox populi lo difícil que es montar una empresa en San Fernando, ciudad en la que los papeles parecen de mármol a la hora de moverlos. Y de pagarlos.

Polígono ‘industrial’
Pero dando por hecho lo que ya está aprobado y por mucho que los mal pensantes y malpensados llamen a lo ocurrido en los dos plenos “la guerra del pollo frito” por la polémica instalación de la multinacional del pollo cuya fama en lo que a respeto de los derechos de los trabajadores deja mucho que desear, ahora es cuando realmente comienza el problema y cuando se agudizan los que ya existen.

Hay que partir de la base que el polígono industrial de Fadricas, el único que existe en suelo de San Fernando y porque lo construyeron industriales particulares, tiene más de treinta años y fue construido para atender a una demanda industrial que no es la de ahora.

No está dotado de zonas de aparcamientos que precisan los negocios de hostelería y restauración, las tiendas de venta de lo que sea, los negocios que precisan que los clientes se acerquen hasta allí. En coche.

A ello se une que los empresarios de ese polígono -no todos- no están por la labor de modernizar, o no lo estaban, lo que hizo que uno de los poyectos para lavarla la cara a la zona industrial que daba a la vía del tren -a la ciudad- y que se puso sobre la mesa a primeros de siglo, fuera un fracaso estrepitoso.

Se proponía abrir una calle por la parte de atrás y darle la vuelta a la fachada del polígono, a cambio de permitir una mayor edificabilidad a los propietarios. O sea, una transformación que ahora vendría bien a quienes lo hubieran hecho.

Y si no están por la labor de modernizar -no todos- mucho menos de perder metros cuadrados de sus naves para construir aparcamientos para los negocios hosteleros, de restaración y comerciales en general. Lo hará el que ponga el comercio, pero no el vecino que sigue cortando chapa y pintando coches.

El ejemplo de Bahía Sur
El gran problema del centro comercial de Bahía Sur es que se ha quedado pequeño para competir con otros de otras zonas de la provincia y aunque el PGOU le permite la ampliación, no hay presupuesto. Pero miren por dónde, se puede ampliar hacia Fadricas I, aunque le caiga como una patada en salva sea la parte a la multinacional Rodamco.

Y el gran problema del centro comercial de Bahía Sur, repetimos, es el aparcamiento. Y si en Bahía Sur, que cuenta con cuatro grandes bolsas de aparcamientos, los clientes tienen que usar las calles de Fadricas I para aparcar en fechas señaladas, con todo lo que conlleva tanto de ocupación como de orden público, cualquiera puede hacerse una idea de lo que ocurrirá cuando las aguas bajen de los montes y suba al mismo tiempo la marea. Se va a montar un pollo.

Es de esperar que la situación haya sido tenida en cuenta por el Ayuntamiento, que aunque no es el dueño del polígono sí ha asumido la conservación de los viales y con la medida adoptada se convierte en responsable de las situaciones que puedan darse en un futuro.

Y es de esperar que además de esa modificación puntual del PGOU se acompañen otras medidas urbanísticas para que los empresarios que no van a vender cocacolas o muebles les rente perder metros cuadrados en sus naves para construir aparcamientos, aunque a principios de siglo naufragara aquel proyecto andalucista.

Si es no es así sólo pueden ocurrir dos cosas. La primera es que Fadricas II se queda medio vacío porque los empresarios se vayan a otras poblaciones por las razones ya expuestas. O segundo, si ocurriera lo primero, que la zona más cercana a Fadricas II, ante la falta de demanda, se convierta en una zona de aparcamiento para Fadricas I. Yâ de camino, para el centro comercial Bahía Sur en fechas señaladas sin que a Rodamco le cueste un euro.

Y a todo esto, no hay que olvidar un dato que hasta ahora ha pasado desapercibido. Fadricas II sí se vendió casi como el polígono de Conil al que hacía referencia, pero no a cien empresarios. Allí la especulación fue la moneda de cambio y eso se tiene que notar en la competividad de la zona. 

Sólo hay que mirar ese cartel ya descolorido que anuncia venta de parcelas. En Conil cada empresario sólo podía comprar una.

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