El alcalde de Arcos, el socialista Isidoro Gambín, ha confirmado que ha recurrido la multa coercitiva que le obliga a pagar 500 euros todos los meses hasta tanto el Ayuntamiento no satisfaga el pago de 150.000 euros en concepto de intereses de demora.
Como ya conoce la opinión pública, la Justicia impuso este castigo al alcalde por desobediencia, después de que se le viniera reclamando esos 150.000 euros por los intereses de una deuda de 650.000 euros que curiosamente fue abonada el pasado año. Gambín insiste en que se trata de una sanción injusta, aunque su partido le podría ayudar a pagar la dura multa. Para el regidor, la sentencia supone –ha dicho-- un obstáculo en su gestión del día a día, para recordar que en ningún momento es el responsable de la deuda original, que fue la consecuencia de una expropiación realizada en 1997 por el Gobierno de la época de unos terrenos situados en la Junta de los Ríos. El Ayuntamiento, sencillamente, no pagó al empresario expropiado.