El verano llega prácticamente a su fin en pocos días y como cada verano, comerciantes, residentes y trabajadores de Valdelagrana hacen un balance de la época estival, que en principio debería servir para aupar los resultados menos positivos de los próximos meses.
Pero este año los resultados de las ventas no son la queja generalizada de estos colectivos, sino todo lo contrario, porque parece ser que el turismo ha aumentado. La queja es el estado en el que se encuentra una zona turística como Valdelagrana. Queja a la que se unen también los propios portuenses.
La principal queja de vecinos, comerciantes y trabajadores llega por el “nulo” mantenimiento de la urbanización, que se encuentra sumida en “un olvido total” por parte del equipo de Gobierno, formado por PSOE e IU. Rosa C. lamenta que “Valdelagrana parezca un barrio de tercera, un barrio pobre o de esos que podemos ver en las noticias”. Además, exige que “el Ayuntamiento mire para esta parte un poquito, porque parece que no pertenecemos a nadie y por tanto nadie se encarga de nosotros”.
De las quejas por el estado de mantenimiento de Valdelagrana de las más repetidas es el estado de aceras, pavimento y asfalto en general. En especial, las aceras se encuentran en un estado deplorable que apenas permiten a los transeuntes caminar por ciertas calles como ocurre en la avenida Santa María del Mar, en la que hay personas a las que les cuesta poder transitar por la misma debido a “la cantidad de socavones que hay”, explica R.C. Esto supone que “mucha gente mayor que se viene a pasar las vacaciones aquí apenas pueden pasear por ciertas calles, lo mismo que ocurre con los que vivimos aquí todo el año”. Una circunstancia que también afecta a “los niños, que van corriendo y sufren caídas, hasta que alguna sea grave”, denuncia.
Se trata de una circunstancia que “puede parecer una tontería, pero provoca miedo e inseguridad entre los vecinos”, explica.
Demasiadas calles, sobre todo las más recónditas de la urbanización, cuentan con sinfín de socavones provocados por las raíces de los árboles, lo que conduce a que los vehículos no puedan transitar con normalidad y los peatones no quieran pasar por ellas a no ser que sea necesario.
El “pobre alumbrado” en ciertas calles ha sido otra queja generalizada. “Pasar el verano en penumbra por ciertas calles no es agradable, y ahora en invierno la cosa se pondrá peor, como es normal, porque la noche llega antes y hay menos gente”. Este vecino explica que “esto no es una situación que se deba consentir” pero “parece que al Ayuntamiento le da igual”.
Alcorques sin árboles que suponen un problema para los peatones o jardines sin el cuidado “que necesitan nuestras zonas verdes” es otro apunte que realizan los vecinos. Hay zonas ajardinadas con pequeños brotes que no se eliminan, o fuentes que no funcionan. “Es una pena que tengamos que reclamar atención para nuestros espacios de flores y plantas, que tanto mimo merecen, porque es una característica de nuestro barrio”.
El paseo marítimo es “punto y aparte”. Este asunto no solo es valorado por los vecinos sino los propios comerciantes también requieren mayor “atención” por parte del equipo de Gobierno. El alumbrado, las losas sueltas, la retirada de pequeñas hierbas, son algunas de las cuestiones que reivindican, para que “el paseo esté apunto todo el año, no solo en verano, pero especialmente en verano, que es cuando más gente acude a Valdelagrana”. Especialmente, como señalan, porque llegan muchos visitantes, además de portuenses que el resto del año quizás no acuden a la zona, “y no es lógico que se lleven una mala imagen de nosotros”, porque no cuenta con las condiciones requeridas.
Recordar que la primera línea a pie de playa está formada por un amplio número de comercios que reclaman atención porque, como apuntan, es su medio de vida. En verano es cuando aprovechan para intentar remontar las épocas de peores resultados, por tanto señalan que sería positivo que el equipo de Gobierno se vuelque y apueste por mejorar complemetamente este barrio.
Por otro lado, los vecinos señalan lo extraño que parece que el equipo de Gobierno actual tuviera “tanta prisa” por eliminar la Zona Naranja, pero en cambio aún no han reparado, en dos años, en eliminar las señales del suelo que indicaban la presencia de este método de aparcamiento. El de las señales es otro asunto por el que pelean los vecinos, ya que hay pasos de peatones que no se ven y otras señales que se pisan unas a otras y no se sabe cuál está vigente.