El inicio de la vendimia en el Marco de Jerez estaba previsto para la última semana de agosto, pero las altas temperaturas registradas el pasado mes de junio han acabado adelantando la campaña de 2017 diez días antes de lo previsto. No será su fecha natural, pero esto no quiere decir que las previsiones sean desfavorables, todo lo contrario, en el sector se muestran optimistas y destacan la calidad de la uva en el marco de una campaña que se generalizará a partir de esta semana. “La uva está madura y tiene grado”, subraya el presidente de Asaja-Asevi, Francisco Guerrero, que asegura que el sector sigue muy pendiente del comportamiento del tiempo. En estos momentos, como precisa, el principal “inconveniente” a estas alturas vuelve a ser el viento de levante y el calor registrado este último fin de semana, si bien confía en que la previsión de poniente a partir de mañana lunes y el resto de la semana ayude a “recuperar” en los próximos días.
Por delante quedan todavía dos semanas intensas, si bien desde el primer momento, a diferencia del año pasado, se está apreciando una “excelente calidad y sanidad” de la uva, por lo que se espera una “buena cosecha. Como suele ser habitual, fue Barbadillo la bodega que dio el pistoletazo de salida a las labores de recolección, sumándose posteriormente González Byass, mientras que está previsto que a partir de mediados de semana -por lo general suelen esperar a que pase la jornada festiva del martes, lo hagan el resto de grandes bodegas como Fundador, William & Humbert y las cooperativas del Marco de Jerez.
En cuanto a la producción, el sector mantiene sus estimaciones iniciales y espera aumentarla en un 20 y un 25 por ciento, de manera que se recojan entre 70 y 75 millones de kilos de uva frente a los 62 millones correspondientes a la campaña de 2016.
También se está detectando este año, a diferencia de los anteriores, que el sector “se está animando”. “Hay bodegas que van comprando más uvas, y su precio ha subido un poco respecto al pasado año, lo cual nos alegra bastante y nos da otra perspectiva”, precisa Guerrero. En cuanto al estado de la fruta, destaca la ausencia de hongos y de plagas, lo que redundará en la buena calidad. Lo que no ha variado respecto al año pasado son las superficies de viñedo, que se mantienen en 6.500 hectáreas.