Según el Evangelio de Mateo en el Nuevo Testamento cristiano, treinta piezas de plata fue el precio por el cual Judas Iscariote traicionó a Jesús de Nazaret. Pero si no fuera por Judas, hoy nadie iría a visitar Tierra Santa y lo mismo Jesús hubiera muerto con demencia senil y sin apenas seguidores. Si no fuera por Judas, los mercaderes de Jerusalén estarían hoy pasando un calvario. Lo hecho, hecho está. ‘Always Look On The Bright Side Of Life’… hay que buscar siempre el lado positivo… o casi siempre.
Todos llevamos un Judas dentro. Reconozco que cuando escuché al actor vejeriego Jesús Castro hablar de Barbate con tanta simpleza, me mosqueé… pero suelo mosquearme a menudo porque escucho gilipolleces cada dos por tres. Ya saben que no me pareció buena idea rodar una serie sobre narcotráfico en Barbate, dado el estigma que persigue a este pueblo desde hace décadas… pero ya está rodada y editada… ahora debemos apoyarla e intentar sacarle la máxima rentabilidad posible. No hay que olvidar que es ficción, ni tampoco que ser actor no conlleva necesariamente ser inteligente o tener un alma bondadosa.
Al final el chaval me dio pena. La masacre en las redes sociales me resultó exagerada. Y es que si se quiere llevar a la crucifixión a alguien, mirémonos al ombligo y persigamos a nuestros judas. El promotor de la serie es barbateño, muchos de los ‘extras’ también, algunos sacaron dinerito alquilando pisos o locales y también eran de aquí, de Barbate… y ya tienen en sus bolsillos las treinta piezas de plata. Que conste que yo me hubiera vendido por una pieza de cobre mohoso. No juzgo porque no quiero ser juzgado.
El caso es que hubo lapidación social y luego arrepentimiento del propio Jesús (Castro), con la ayuda incondicional del resto de apóstoles que se grabaron para declarar su amor incondicional a Barbate. ¡Qué potito!
Ahora, cobradas las piezas de plata, tratemos de que la serie sea un éxito y logre el objetivo de atraer turistas a Barbate aunque aún no tengamos hoteles donde alojarlos, pero creo que ya no es tiempo de ponerse a criticar, sino de unirnos mal que nos pese a algunos. Tenemos que resucitar al pueblo… ¡Barbate, despierta!, no, ¡Barbate, resucita! , sí.
Jesús Castro, Paz Vega y el elenco de la serie no tienen culpa de otras cuestiones que sí deberían despertar la ira de nuestros dioses dormidos. Jesús Castro no tiene la culpa de que nos robaran las tierras del Retín, de que nos birlaran el agua que no es pública, de que frente a la explanada del puerto no estén ni los cimientos de los hoteles, de que desde hace años traten, y sigan tratando, de convertir el Ayuntamiento en una subestación eléctrica a base de colocar enchufes, de que en el centro médico no tengamos una mísera sala de Rayos X por si nuestra abuela se descoyunta las caderas al pisar una mierda de perro o al tropezar en los muchos socavones que “pueblan nuestras aceras”… Jesús Castro no tiene la culpa de que haya más arena en el muelle que en la playa, no tiene la culpa de que el Cine Avenida siga estando cerrado, no tiene la culpa de que sigamos en el pelotón de cabeza del desempleo en España… porque si queremos buscar culpables, lo dicho, éstos están muy cerca nuestro.
Dejemos en paz la serie de los cojones que es de las pocas cosas que al final se han hecho en Barbate en los últimos años. Para bien o para mal, ahí está… busquémosle la máxima rentabilidad posible… por una vez en nuestra puñetera vida busquemos el bien común por encima de nuestras opiniones personales porque sí, yo soy de los que durante el rodaje lamenté la idea… pero ahora, quiero que la serie triunfe y que se vean nuestras playas, nuestro parque, nuestras gentes, porque eso no hay fardo de arpillera que lo tape. Que les den por el ojete a quienes piensen que aquí todos vivimos del narcotráfico o que tenemos cuatro testículos de color púrpura. La verdad la sabemos los que aquí vivimos y los que vienen a visitarnos… lo demás es pura ficción.
Y tampoco nos llevemos las manos a la cabeza porque alguien generalice sobre Barbate, porque creo que aquí también generalizamos a veces sobre los moros (que se inmolan con facilidad y pegan a sus mujeres), los catalanes (tacaños que odian España), los vascos (etarras de mierda), los chinos (gente que guisa gatos, tienen el pene pequeño y sus cadáveres no se entierran), etc. Y es que, todos tenemos un poco de Judas y un poco de Jesús (el de Nazaret) porque el que esté libre de pecado, que tire de la cadena.
