El presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla (APS), Manuel Gracia, ha presentado este miércoles las primeras conclusiones sobre los estudios científicos para el conocimiento del estuario promovidos por esta Institución. En su intervención, el presidente ha anunciado que está prevista una tercera fase a partir de 2018 “orientada hacia la gestión integral del estuario". Gracia ha trasladado al Consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, presente en el acto, “la oportunidad de colaborar en estos estudio, ya que estamos ahora en el momento oportuno porque la tercera fase está por aún por determinar”. Asimismo, el presidente de la APS ha hecho extensible esta propuesta a “otras instituciones que comparten ese objetivo común de mejora del estuario del Guadalquivir”.
En este sentido, el consejero de Medio Ambiente afirmó que “es una obligación de la administración ambiental andaluza estar allí donde se analicen aspectos ambientales de lugares tan importantes como el estuario del Guadalquivir, el cual posee implicaciones no solo ambientales, sino también económicas”.
“Brindo mi colaboración en representación de la consejería de Medio Ambiente y de la Junta de Andalucía en el esfuerzo, que creo que debe ser compartido, para que el estuario del Guadalquivir sea ejemplo para Europa”, ha manifestado Fiscal. Además, valoró de forma positiva “la nueva etapa que ha anunciado el Puerto bajo el objetivo de optimización del estuario”.
Por su parte, el presidente de la APS recordó la nueva hoja de ruta puesta en marcha por la Autoridad Portuaria en la que “tanto la mejora de las condiciones medioambientales del estuario, como la mejora de la accesibilidad de la vía navegable pasan a ser objetivos permanentes para el Puerto de Sevilla”. En este sentido, el presidente ha anunciado que la Autoridad Portuaria ha dado un paso más y ha incorporado la figura de un responsable de Medio Ambiente.
Nuevos hallazgos en el Guadalquivir
Al acto de presentación de estos resultados preliminares asistió el catedrático de Biología Marina de la Universidad de Sevilla y coordinador de dichos estudios, José Carlos García. Según ha explicado el científico a los asistentes, los estudios sobre el estado biológico del río han detectado una mayor biodiversidad en la columna de agua del Guadalquivir respecto a la de otros estuarios analizados – el del Guadiana, Odiel-Tinto y la Bahía de Cádiz -. En concreto, “se ha observado un clara diferencia entre el estuario del Guadalquivir y los estuarios aledaños, ya que este alberga una densidad de larvas y de juveniles de peces hasta 10 veces superior al resto”, afirmó el catedrático de la universidad hispalense.
La cantidad de larvas y juveniles de peces está relacionada directamente con la abundancia de zooplancton, siendo el estuario del Guadalquivir el que más biomasa contiene de los estudiados. Es por ello, que la desembocadura del Guadalquivir actúa como zona de reclutamiento de especies marinas, convirtiéndose en un escenario frecuentado por la lubina, lenguado, dorada, corvina, chanquete, sardina y boquerón para el desove y la cría de larvas debido a su alta concentración de nutrientes. Se observa también, de manera casi permanente la presencia de angulas, aunque con escasa abundancia en relación a las larvas de las especies anteriormente citadas. La turbidez de las aguas propicia los criaderos, ya que por la escasa transparencia las larvas y juveniles de peces no son descubiertos por los predadores.
El científico también ha resaltado “el hallazgo en los fondos rocosos de la desembocadura del Guadalquivir de especies marinas de notable valor ecológico, como el coral naranja y la esponja tubular amarilla, ambas protegidas”. Todas ellas son especies que se encuentran de forma frecuente en áreas marinas con aguas claras y están asociadas a un buen estatus de conservación.
Además, se han observado colonias de gorgonia gigante, muy rara de encontrar, y el coral candelabro, que se encuentra presente con una abundancia superior a otras áreas marinas del ámbito regional. Ambas especies se encuentran en el Libro rojo de Invertebrados de Andalucía, la primera considerada como en peligro, la segunda como vulnerable.
Por otra parte, José Carlos García ha informado sobre el estado de las comunidades bentónicas del Guadalquivir, que a diferencia de las larvas de juveniles de peces (ictioplancton), es más pobre que el de otros sistemas geográficamente próximos como el estuario del Odiel-Tinto o el del Guadiana. Estos dos estuarios presentan un sistema de marismas bien conservadas, si bien el Odiel está sometido a una fuerte contaminación urbana e industrial con altas concentraciones de metales en sus sedimentos, pese a lo cual sus fondos son más diversos que los del Guadalquivir. En el caso del Guadalquivir, la marisma con influencia mareal se limita a una estrecha franja paralela al cauce principal en los últimos 25 Km hacia la desembocadura. En el caso de Guadiana se puede establecer una comparación directa al mostrar el mismo grado de gradiente de salinidad en tramos de longitudes similares en ambos ríos. La principal diferencia física entre ambos ríos es el predominio de fondos de arenas medias y gruesas en el Guadiana (gran parte del río discurre por un cañón y sólo se abre una vega en las proximidades de la desembocadura), frente a los fangos y arenas finas del Guadalquivir, así como un menor uso humano de la cuenca del Guadiana.
Sostenibilidad del estuario
En mayo de 2013 la Autoridad Portuaria de Sevilla firmó un convenio de colaboración y cooperación con la Universidad hispalense y el Acuario para el desarrollo de una segunda fase para el conocimiento científico del estuario. En dicho convenio se sentaban las bases para la puesta en marcha de actividades científicas y docentes vinculadas al estuario del Guadalquivir y a las zonas marinas aledañas, con la finalidad de impulsar el conocimiento sobre el entorno natural y promover soluciones innovadoras que permitan la gestión del estuario en un marco de sostenibilidad ambiental.
Estos estudios científicos son pluridisciplinares y abarcan áreas como la biología, medio ambiente, geología y oceanografía. Además, completan los ya iniciados en una anterior etapa ampliando en grado de conocimiento con una técnica dinámica - basada en el sondeo de todo el río con una embarcación oceanográfica y la posterior colocación de estaciones centinelas en los puntos del río que más información puedan aportar -.
Las investigaciones están siendo coordinadas por José Carlos García-Gómez, catedrático de Biología Marina de la Universidad de Sevilla (US) y director del Departamento de Zoología de la Facultad de Biología de la US y del Área de Investigación Biológica I+D+i del Acuario de Sevilla. Junto a la Universidad hispalense, participan las universidades de Málaga (UMA), Huelva (UHU), Cádiz (UCA), así como con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Dentro de las acciones incluidas en este convenio, la UHU está implicada en estudios de los sedimentos del estuario (origen y caracterización) y la UMA en el desarrollo de un modelo predictivo del funcionamiento hidrodinámico del estuario del Guadalquivir que coadyuve a su mejor gestión y conservación en el futuro. La UCA y la US se centran en el estudio espacial y en la importancia ecosistémica del carcinoplancton y el ictioplancton. Por su parte, el CSIC incide fundamentalmente en las aves, para dimensionar la posible afección sobre estos animales de las actuaciones vinculadas a los dragados de mantenimiento en este grupo zoológico.
