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La linense que ha revolucionado los armarios de toda España con Chicfy

Laura Muñoz, junto a su socio, ha conseguido superar deudas y numerosas dificultades hasta crear “el mercadillo de ropa” online más grande del país

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  • Entrega del premio de la Junta -
  • "Para soltar el miedo a emprender,lo mejor es que te apoyes en otra persona”
  • "Cosas negativas siempre hay, pero hay que seguir"

‘Chic para ti, chic para mí’. ‘Hazme una rebajita’. ‘Claro que sí guapi’. Estas palabras mágicas abren y cierran armarios de toda España, gracias a la imaginación de la campaña televisiva de Chicfy y a la historia de superación que hay detrás de los dos fundadores de esta ‘app’: Laura Muñoz y Antonio Ruiz.

"En todo este tiempo, nos hemos equivocado millones de veces"

Ella es linense y ha recibido esta semana una distinción provincial por parte de la Junta con motivo del Día de Andalucía, en reconocimiento a su iniciativa empresarial, lo cual recibe con "ilusión", dice, en representación de su equipo, su familia, su localidad natal."Estuve en La Línea hasta los 23 años. Toda mi infancia y demás la he pasado allí. Que se me reconozca en mi tierra el trabajo y la dedicación de mi equipo para mí es un orgullo, y sobre todo para mi familia también, y para mi gente de Cádiz, y todo eso encima ahora con el bombazo en los carnavales, que ha salido lo de 'claro que sí, guapi', porque yo, de toda la vida, como cualquier gaditana, he escuchado eso", confiesa.

Su plataforma de venta online de ropa entre usuarias da trabajo a 27 personas en apenas 4 años de vida. Y es que se añade a la web una prenda por cada segundo y se procesa una venta cada seis.
Cómo lograr todo esto es la pregunta del millón. O la de los diez millones de euros que Chicfy que ha facturado este año.

Laura Muñoz explica a este diario cómo emprendió el sendero del éxito con su socio: “con ilusión, haciendo lo que te gusta, siendo nosotros mismos siempre, no perdiendo esa naturalidad que tenemos, y haciéndolo con cariño y con amor, y pasito a pasito, pensando en grande pero actuando en pequeñito. Lo hicimos, nos atrevimos”.

Orígenes

Eso sí, no todo fue un camino de baldosas amarillas. “En todo este tiempo, nos hemos equivocado millones de veces”, reconoce.

Pero cuando se cierra una puerta, otra se abre. En su caso fue la de los armarios. “Todo empezó porque mi socio y yo éramos pareja, y en casa, como cualquier mujer cuando empezamos a comprar ropa, y cosas, y se iban acumulando ahí. Nono me decía ‘Laura, cómo puedes tener tanta ropa’. ‘Pues no tengo nada’, le decía yo”, recuerda entre risas.

Fue una conversación trivial de gran importancia para el terremoto emprendedor que vendría luego.
De hecho, curiosamente el título de “profesional llenando armarios”  puede leerse en la sección “Equipo” de la web de Chicfy, justo bajo la foto de Laura, entre su nombre y la descripción de su puesto como “DIRCOM y fundadora”.  Pero, continuando con la anécdota, Laura revela que entonces Nono vio que había una empresa que se dedicaba a la compraventa de ropa entre internautas en Estados Unidos.

Así fue como Antonio Ruíz dio el primer paso para convertirse en “Vaciador profesional de armarios”, definición situada junto a su imagen en la misma sección de la web de Chicfy -justo al lado de su socia-en la que reza como “CEO y fundador”.

“Horarios”

Muchos emprendedores suelen leer artículos motivacionales de la rutina que siguen los emprendedores. La de la linense sigue una línea prácticamente maratoniana en su día a día. “Pues me levanto, y (risas) hasta las diez o diez y media de la noche no vuelvo a mi casa. Es una locura, pero para mí es mi vida, es mi ilusión”, cuenta.

A Laura, nunca mejor dicho, no le duelen prendas en reconocer que su vida cotidiana “es muy divertida”. “Me lo paso súper bien. Me llevo súper bien con todo el mundo. Me encanta Chicfy. Tanto a nivel personal como profesional yo he crecido un montón”.  No es para menos, ya que confiesa que era una persona muy insegura, “como cualquier mujer así en general”. “Chicfy me ha dado la seguridad y confianza que tengo ahora mismo. Es mi laboratorio de evolución, como yo digo”, resalta.
Entre los proyectos actuales y futuros, destaca lo bien que está funcionando ‘Pequefy’, y revela que no descartan sacar la misma ‘app’ para hombres.

No obstante, apunta humildemente que todavía le queda mucho por aprender. Y ahí vuelve a surgir un optimismo nato con el que viste sus palabras: “la vida te va dando oportunidades y trenes: lo típico del tren ese que se coge (risas)...pues es verdad”. “Desde que montamos el bar en Granada, y desde lo de 'Atrapa un millón',  todo eso, han sido oportunidades de crecimiento y bueno, el día a día en Chicfy para mí es lo mejor del mundo. Sin Chicfy yo me muero, a mí me encanta (risas)”, rememora.

Ella y Nono cuentan con unos antecedentes de película, porque tras las deudas que dejó el fiasco del citado establecimiento, consiguieron saldar las hipotecas y emprender un negocio de éxito gracias al premio del concurso que presentaba Carlos Sobera.

Emprendimiento

¿Qué pueden aprender los emprendedores de la provincia de su experiencia? “Lo que estés haciendo te tiene que gustar. No tener miedo. Y para soltar ese miedo, sobre todo en mi caso, pues lo mejor es que te apoyes en otra persona”, dice, sin olvidar resaltar que, desde su punto de vista, el mundo emprendedor es una pista de obstáculos, sobre todo para los llaneros solitarios. “Para mí es muy importante emprender, pero emprender con alguien, con un socio. En mi caso fue con Nono. Es eso, tener a alguien que tenga la misma pasión que tú, y además que sea complementario, porque si sois los dos iguales pues no vale. Tenéis que ser complementarios, sin miedo”. ¿Y cuándo llegan los malos momentos?... “Ahí es donde creo que pincha la gente. Se viene abajo por lo que sea y deja de hacerlo. Ven lo negativo. Cosas negativas siempre hay, pero hay que seguir. También si te equivocas, pues se pide perdón y a otra cosa. Eso es lo difícil también, claro”.

 

EL ANUNCIO DE LA 'TELE', UN REFLEJO DE LA COMUNIDAD

Con sólo unos pocos años de vida, la app de Chicfy se ha convertido en un escaparate virtual a través del que más de un millón de usuarias llenan y vacían sus armarios. El anuncio de televisión del famoso ‘claro que sí guapi’ ha sido la puntilla. Cómo se gestó fue otra muestra del enfoque fresco y desenfadado de sus fundadores. “Lo recuerdo como algo súper divertido. Nos reímos un montón imaginándonos cosas. Me acuerdo de que lo de “hazme una rebajita – claro que sí guapi” salió de Nono y de mí, de decir oye qué frase podemos decir aquí, y dije yo, 'si entras en Chicfy, lo primero que lees es ‘hazme una rebajita’, y dijo Nono después 'pues la chica le va a responder 'claro que sí, guapi'”, cuenta Laura Muñoz.

“Fue así, tampoco lo pensamos mucho. Fue sacado de la comunidad, de los comentarios que hacen las propias usuarias”, destaca. Otro uso ingenioso del lenguaje es la nomenclatura de los departamentos. El tradicional  de  ‘Atención al cliente’ se llama ‘Departamento del Amor’. Una “lógica” con mucha personalidad, hasta en los momentos más difíciles. Como cuando ella y Nono participaron en el programa ‘Atrapa un millón’, antes de que Chicfy viera la pantalla de los móviles. Laura, a una de las preguntas sobre el nombre de un río, dijo que no podía llamarse ‘Tristeza’, como apuntaba una de las opciones que les daban, sino ‘Alegría’, otra de las alternativas.

En ese momento había 175.000 euros en juego. Su lógica les hizo ganar. Lloraron. Se quitaron la deuda y con parte de ese dinero nació Chicfy.
 

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