El Málaga comienza el 2017 como acabó el anterior: perdiendo por goleada y se sitúa en el puesto 13 con 21 puntos. En esta ocasión fue en Balaídos, ante el Celta de Vigo, que le endosó un 3-1 en la decimoséptima jornada liguera .
Se inicio el partido con dos oportunidades para el Málaga: una a la contra y un disparo del Chory desde la frontal, Rubén Blanco las atrapó.
El primero en golpear fue el Celta en el minuto 8 y tras una pérdida de Rosales que intentó ejecutar una ruleta que desvió el balón para Aspas, que solo ante Kameni mandó el esférico al fondo de la red.
El primer cambio del partido llegó obligado para el Málaga debido a la lesión de Miguel Torres por el que entró Diego Llorente, quien no tuvo su partido.
Sin mordiente
Guidetti, en el minuto 12, estuvo a punto de marcar el segundo tanto local con un remate que rebotó en Diego Llorente. El conjunto que dirige Eduardo Berizzo llevaba el pulso en el campo.
En un saque de banda, el Chory envió con rapidez el balón para Sandro que disparó al lateral de la red. Más tarde, de nuevo el delantero grancanario volvió a pisar el área con peligro pero despejó in extremis Cabral a córner.
Fueron providenciales Fontás en su zaga y Rosales para la propia cortando ambos sendas jugadas de peligro; peligro que en el 28 llevó un centro de Juankar que remató de cabeza Mikel Villanueva y que hizo lucirse a Rubén Blanco.
El balón circulaba sin dueño y con imprecisiones por parte de ambos conjuntos en los últimos minutos de la primera mitad.
Errores defensivos
Tras la reanudación fue el Málaga quien tuvo las primeras oportunidades por medio de Sandro y Camacho. Y otra vez Aspas provocó una falta para aumentar la distancia en el marcador: era un calco del comienzo del partido.
A pesar de que los visitantes daban sensación de peligro, volvió a avisar el Celta con un gol invalidado por fuera de juego. Y fuera de juego se quedó el Málaga tras la pérdida de Llorente en su área que propició el segundo gol local en el 60 por medio de Wass.
Juanpi no pudo dar la réplica y falló un mano a mano con Blanco tras una buena triangulación con Santos en un centro de Rosales. El tercer tanto vigués lo anotó Fontás en el 72 en una jugada ensayada después de un saque de falta desde el lateral derecho.
Un jarro de agua fría para los blanquiazules que solo pudieron sacar en el minuto 85 un gol (en propia puerta de Wass) tras una falta ejecutada por Sandro.
