La formación permanente y específica del profesorado, desarrollar en la práctica todas las herramientas de prevención contempladas en la normativa educativa y de centros, siempre contando con la participación activa de familias y alumnos, son, según los expertos, algunas de las principales maneras de atajar el acoso escolar.
Así se puso de manifiesto anoche en el programa A Debate de Ondaluz TV, en el que participaron la vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación de Sevilla Rosario del Rey, el abogado de Isbylex Antonio Romero, la maestra y directora del CEIP Manuel Siurot, María Luisa Ferreria, y la presidenta de la Asociación Sevillana para la Prevención del Acoso Escolar, Eva María Serrano.
La responsable de ASPAE destacó el proyecto preventivo que el Ayuntamiento de Sevilla va a desarrollar próximamente, a modo de experiencia piloto, en un total de 25 centros educativos de la ciudad basado en el método finlandés KIVA. Según Serrano, el objetivo es poner al maestro en el epicentro porque es quien “debe acompañar al alumno, especialmente en Primaria, sin tener una escuela competitiva ni individualista. Un niño no es una nota”.
Iniciativa que desde el punto de vista de Rosario del Rey no sería necesaria si se aplicase toda la metodología que ya se desarrolló en los centros educativos andaluces en la década de los 90. “La Junta fue la primera Comunidad Autónoma en implantar un programa contra el maltrato entre iguales en el 98. Ese programa fue evaluado, lo estuvimos aplicando durante cuatro años con resultados positivos. Además, el KIVA es caro”. En su opinión, “no creo que haga falta más dinero, yo creo que hace falta más coordinación”.
En esa misma línea, María Luisa Ferreira manifestó que “todos los centros partimos con las mismas bases, ahora eso hay que articularlo”. Y lo explicó “en el Consejo Escolar existe la Comisión de Convivencia, tenemos el Aula de Convivencia que es optativa, la red de escuelas de paz, y hay mucho más, pero los profesores tenemos que reciclarnos porque los centros educativos son organismos vivos”.
Una necesidad de formación que la vicedecana de la Facultad de Ciencias de la Educación subrayó planteando que si “¿el maestro tiene la responsabilidad de detectar? Si tiene indicios, porque la familia también tiene indicios y también tiene responsabilidad. Para ver los indicios el maestro tiene que tener la competencia y formación para ello”.
Por su parte, el abogado Antonio Jiménez dejó entrever que entre los casos que llegan a la vía judicial “nos hemos encontrado a veces con directores y algún profesor atrincherados, que no quieren que exista el acoso en su aula aunque sea evidente, y eso es un problema porque si la autoridad lo niega se nos va de las manos”.
