La llegada al estadio del equipo amarillo se vivió por todo lo alto en la ciudad. Con antelación, los aficionados se congregaron en la avenida principal para recibir al autobús en el que viajaba el equipo y dedicaron cánticos de ánimo a los futbolistas.
Con este recibimiento, los jugadores cargaron aún más las pilas para darlo todo en el campo. Y nada más terminar el partido ya había colas en las taquillas para conseguir entradas que permitan presenciar el choque de vuelta. Nadie se lo quiere perder.