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Sevilla

Condenan a dos años de cárcel a un jugador de rugby que pateó a un contrincante en un partido

Le causó la pérdida de conocimiento y convulsiones

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La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a dos años de cárcel a un jugador de rugby que, durante un partido disputado en noviembre de 2013, propinó una patada en la cara a un contrincante, lo que le causó la pérdida de conocimiento y convulsiones, por lo que el árbitro decidió terminar el partido.

   En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Séptima condena a J.M.B.D. a dos años de prisión y al pago de una indemnización de 18.212,48 euros por un delito de lesiones con la agravante de alevosía, declarando la responsabilidad civil subsidiaria de la Federación Andaluza de Rugby y del Club de Rugby San Jerónimo.

   La Audiencia, en esta sentencia de la que ha sido ponente la juez Mercedes Alaya, indica que, en el juicio, el acusado reconoció su culpabilidad, lo que motivó que la Fiscalía hispalense rebajara de cinco a dos años de prisión su petición de condena para el procesado.

   Los hechos tuvieron lugar sobre las 13,30 horas del día 10 de noviembre de 2013 durante un partido oficial de la Primera Regional andaluza de Rugby disputado en las instalaciones del Club San Jerónimo, cuando el acusado, "sin mediar palabra, de manera sorpresiva, cogió carrerilla" y se dirigió a un jugador del equipo contrario que se hallaba en ese momento arrodillado y tratándose de incorporar de la jugada anterior.

   En ese momento, el encausado "le dio una fuerte patada en la cara, lo que le causó pérdida de conocimiento y convulsiones, por lo que el árbitro decidió terminar el partido".

   La víctima, de 33 años, sufrió un traumatismo craneoencefálico y un traumatismo facial con fractura orbitomalar izquierda, requiriendo de tratamiento médico e invirtiendo en su estabilización 120 días, de los cuales cuatro fueron de estancia hospitalaria, 20 impeditivos para el desarrollo de sus ocupaciones habituales y 96 no impeditivos.

   Como consecuencia de la agresión, el afectado sufre secuelas consistentes en limitación de últimos milímetros de la máxima apertura bucal, siendo previsible que alcance apertura a máximo nivel con fisioterapia.

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