La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha confirmado dos sanciones de tres meses de suspensión de empleo a un guardia civil del puesto de Seseña que alternó, en horario de servicio, con uniforme y armado, en el club 'El Cruce'.
Según explica la sentencia, el guardia civil sancionado tenía que vigilar, como jefe de pareja de una patrulla de seguridad ciudadana, las vías de servicio de la autovía A-4 entre las diez de la noche y las seis de la mañana. También debía controlar las zonas industriales y prevenir robos en locales comerciales.
En lugar de cumplir esta misión la pareja se dirigió a un club de alterne del término municipal de Valdemoro y, una vez dentro, el agente expedientado estuvo durante una hora y media en la barra, consumiendo ron con coca cola y conversando con la mujeres que trabajaban allí. Además, animó a su compañero a beber cubalibres.
Sorprendido porque la situación no le parecía correcta, el dueño del establecimiento llamó al cuartel de Valdemoro para preguntar si era normal que en su local estuvieran dos agentes uniformados consumiendo alcohol. Al lugar se desplazaron dos patrullas que no llegaron a acceder al club.
La Sala de lo Militar confirma la sentencia del Tribunal Militar, que ratificó las dos sanciones impuestas al agente por el director general de la Guardia Civil por dos faltas graves cometidas por conducta gravemente contraria a la dignidad de la institución y por ausentarse del servicio.
Los magistrados destacan la intencionalidad de las faltas cometidas por el agente, que era plenamente conocedor de la irregularidad de su comportamiento. Según la sentencia, durante el tiempo que estuvo en el club, menoscabó sus tareas de seguridad ciudadana y vial, poniendo en peligro los cometidos esenciales del Instituto Armado.