Hubo un tiempo no muy lejano en el que el Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino era todo un referente en la Andalucía que ama el febrerillo loco; un tiempo en el que sólo Cádiz superaba a Huelva en número de inscritos, y en el que el Gran Teatro atraía a grupos señeros de toda Andalucía para disfrazar sus paredes con el arte del carnaval cantado. Pero ese tiempo no muy lejano se desvanece, y en la actualidad el concurso onubense se desploma y en la edición de 2016, que dará inicio el próximo 9 de enero, sólo 41 agrupaciones estarán presentes en la capital onubense, la participación más baja desde 2001, cuando fueron 37 los grupos participantes.
Es una crisis evidente y preocupante del único componente del Carnaval Colombino que no sobrevivía con respiración asistida, una crisis del esplendor del teatro, una desbandada que pone en peligro la salud de esta festividad que en la capital onubense subsiste por la batalla de coplas, más allá de que se sigan buscando fórmulas para que la calle sea carnavalera en una ciudad que demuestra año a año que no es carnavalera de calle.
Entre las causas de este desplome, se puede apuntar al flaco favor que en su día hiciera Cádiz con su norma restrictiva de no poder participar en otros concursos si se quiere concursar en el Falla. Pero tampoco se puede obviar que la gestión de la Federación Onubense de Peñas y Agrupaciones del Carnaval Colombino (Fopac) en pro de fortalecer el concurso está dejando mucho que desear. Con datos objetivos sobre la mesa, el número de inscritos desde que asumiera la presidencia Antonio Hierro en junio de 2012 se ha reducido en un 30,5 %. Así, en el concurso de aquel año hubo 59 agrupaciones y desde entonces ha habido un descenso paulatino: 52 en 2013, 50 en 2014, 44 en 2015 y 41 para 2016.
En este tiempo de Hierro al frente de la Fopac y María Ángeles Domínguez como responsable de las relaciones públicas, las diferencias con algunos grupos han sido patentes (amenazas incluidas por temas del repertorio que aludían al presidente de la Fopac), las dudas sobre las bases y decisiones del jurado se han generalizado, las relaciones con los medios de comunicación se han deteriorado... Y la suma de todo da que muchos grupos ya no quieren cantar en Huelva y que el concurso necesita una alta dosis de la medicina de la imaginación para acercarse a ser lo que fue.
Para 2016, 20 comparsas, 19 chirigotas, un coro y un cuarteto darán forma a un concurso en el que cabe destacar la presencia de pueblos de las provincias onubenses y sevillanas y, cómo no, los carnavaleros de Huelva capital que componen once agrupaciones fundamentales para que el Gran Teatro carnavalero siga respirando con la ayuda imprescindible de todas las que siguen confiando en el altavoz del coliseo onubense para exponer sus creaciones.