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San Fernando

El merecido homenaje a los humildes

El adiós a José Picardo, un hombre bueno. El tesoro de los Lazaga, descubrimiento de los humildes. Basura espacial, el comienzo del caos. El Cerro: llover, lo que se dice llover, no llovió. Boda ante notario, ¿poco glamur? El teatro, la gran disciplina. Carmen Navarrete y Adrián Cabeza, de estrenos.

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Las primeras imágenes de este resumen semanal corresponden a la entrada en la iglesia del Carmen de los restos mortales de José Picardo Lobato, Joselito de la Venta Vargas, fallecido esta semana pasada después de una larga enfermedad.

Con la iglesia totalmente abarrotada de gente, el gran mérito de José Picardo haber sido, junto con su hermano Lolo, el guardián de una marca que es la Isla misma, mitificada incluso en películas pero sobre todo condecorada por ser uno templo para el flamenco y para la gastronomía más popular.

Hablar de la Venta de Vargas, por encima de cualquier otra consideración, es hablar de La Isla, de Camarón, de Caracol, de cante y de baile, de esencia andaluza. Todo eso que premió la Diputación Provincial de Cádiz en marzo de 2011 cuando se le entregó la medalla de la provincia que recogió Lolo Picardo Lobato en representación de la familia.

El mérito de José es el de Lolo y el de Lolo el de José, Joselito el de la Venta Vargas, pero el mayor mérito de José es uno que viene de nacimiento. José era un hombre bueno, el mayor galardón que se le puede reconocer a ser humano.

Descansa en paz.

 

El tesoro de los Lazaga

No es que alguien se haya inventado la historia o que algunos quieran ponerse medallas. Las cosas se han contado bien, pero bueno es contarlas completas para hacer justicia con los que la merecen.

El profesor de la Universidad de Cádiz Alberto Gullón, coordinador del proyecto El mar y los Lazaga, entregó a la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, el resultado del estudio de los documentos y fotografías encontrados en la casa Lazaga de la calle Real y que se han demostrado como uno de los principales hallazgos epistolares y de fondos fotográficos en muchos años.

Pero lo que se vivió durante estos dos días en el Centro de Congresos ha sido sólo el final de la primera parte -suponiendo que todo fructifique y haya segunda parte- de un proyecto que nació en 2001, a principios de siglo, cuando el Ayuntamiento de San Fernando adquirió el edificio de los Lazaga para que formara parte del patrimonio municipal.  

Entonces no había grupo de investigación multidisciplinar sino los técnicos del Museo Histórico Municipal, el director José Luis López Garrido, el subdirector Antonio Sáez Espligares y los pocos recursos con los que contaba la instalación municipal que, además, estaba atiborrado de trabajo en las excavaciones del castillo de San Romualdo.

Tuvieron noticias de que se estaban expoliando restos encontrados en la Casa Lazaga, que es estaba limpiando para una exposición. Se presentaron allí y ahí es donde comenzó una auténtica excavación documental casi con metodología arqueológica en la que capa a capa fuimos recuperando los objetos y documentos que había quedado ocultos bajo gruesos depósitos de excrementos de palomas, basura y escombros.

Lo del estudio con cargo al Ceimar vino luego, cuando los profesores Alberto Gullón y Rosario Márquez, esta última una eminencia en fondos epistolares, certificaron la importancia del hallazgo en el que durante una docena de años habían estado trabajando estudiantes de Historia y voluntarios, guiados por los responsables del Museo.

Pero al final, para esta clase de gente que se vuelca con su trabajo, lo importante es que esos archivos están a buen recaudo, catalogados y clasificados uno por uno. No se ponen medallas. Se las pongo yo.

 

Basura espacial, el anuncio del caos

Malo es que haya y que haya tanta. Pero peor es que no exista un protocolo internacional de obligado cumplimiento para solucionar el problema. Ni solucionarlo ahora ni en un futuro.    

El jefe de la Sección de Astronomía del Real Instituto y Observatorio de la Armada en San Fernando, el capitán de fragata Francisco Javier Montojo Salazar, aclaraba ese punto al final de la conferencia impartida en el Centro de Congresos en la que habló de la saturación del espacio y de la detección y seguimiento de la basura espacial con telescopios.

Montojo ya lo dijo al principio de la conferencia. El motivo de la misma era explicar la situación en que se encuentra el espacio en estos momentos y avisar del peligro que corren los distintos tipos de conexiones terrestres -y los servicios que prestan- por el cada vez más arriesgado trabajo de los mensajeros metálicos que orbitan a distintas alturas la tierra.    

O dicho de otra forma, corre peligro todo lo que depende de esas comunicaciones, que a estas alturas es prácticamente todo. Lo peor es que sólo existen “recomendaciones” a nivel internacional, que es lo mismo que decir que cada uno puede hacer lo que quiera. Hasta que llegue el día del caos.

 

No llovió

Y muchos satélites en el cielo, pero en la tierra hay quienes suspendes actos porque creen que va a llover y luego no llueve. Los vientos, dicen. Pues hubo día del cerro, pero día del cerro pirata porque el oficial lo habían suspendido por las previsiones de lluvia. No cayó ni una gota y los que quisieron disfrutaron almorzando a la sombrita.
La asociación hípica La Isla no suspendió nada y acertó.

 

De boda ante el notario

La Ley ha tardado quince años en ver la luz porque ha habido cambios de gobiernos, cruces de competencias, muchos sectores de la Justicia y la Administración involucrados y como suele ocurrir, de lo que se pedía al principio a lo que se consigue al final hay un abismo.     

Se trata de la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria que entre otras cosas pretende algo que viene muy bien a los profesionales, pero sobre todo al ciudadano, descongestionar en lo posible los Juzgados permitiendo a los notarios realizar ciertas funciones perfectamente compatibles con su condición de fedatarios públicos. Y entre ellas, la más llamativa para el público, está la posibilidad de oficiar bodas.   

Ignacio Padial Gómez-Torrente, ha sido el primer notario de San Fernando -aunque no da fe de ello, pero cree que sí- en realizar el trámite formal a una pareja que llegaba con la boda celebrada por otro rito.

 

El teatro, una disciplina contra la introversión

Lo decía en una de sus visitas a San Fernando el desaparecido autor Juan Luis Galiardo. Las empresas estaban requiriendo los servicios de actores de teatro para enseñar a sus directivos y cargos intermedios nociones básicas de interpretación.    

¿Para qué? La respuesta es de lo más simple, aunque sea difícil encajarla en el mundo de la empresa. Un mando, cualquiera que sea, tiene que saber comunicar lo que quiere y además tiene que tener el carisma suficiente para convencer de que lo que quiere es bueno para la empresa y para el que tiene que cumplirlo.

Angie Cortejosa estudió Arte Dramático en Sevilla durante cuatro largos años y después se ha curtido en distintas compañías de teatro clásico, de ese en el que se habla en verso, el más difícil y para el que pocos están preparados. Y también hizo teatro experimental, aunque le gusta mucho menos.

Las clases de teatro no sólo pueden hacer que una persona se suba a un escenario a representar una obra, sino que un niño que tenía preocupados a sus padres por su introversión, al cabo de una semana los deje con las bocas abiertas recitando una perorata “cuando antes no era capaz de decir cuatro palabras”.

Lo mismo ocurre con el que vive de comunicarse, con el que busca trabajo, con la actitud ante las demás personas. El teatro es la disciplina más completa contra la introversión.

 

Carmen Navarrete, tercer libro

La Casa de la Cultura acogió el jueves el acto de presentación del tercer libro de la poetisa Carmen Navarrete, que suponía también su debut como compositora.     

El libro, segundo publicado con la editorial Publicaciones del Sur. Editores, lleva por título Desde mi lado humano y está dirigido al público adulto después de que el segundo de ellos tuviera a los niños como destinatarios.    

Ramón Luque, autor del prólogo de esta tercera obra de Navarrete, glosó tanto la obra como a la poetisa quien finalmente, después de explicar sus intenciones con esta publicación, leyó algunos de los poemas que contiene el libro.     

El acto presidido por el delegado de Cultura, Juan José Carrera, se cerró con la interpretación de uno de los poemas, pero cantado por el cantante isleño Fran Alcázar.

 

Adrián Cabeza, el triunfo de la honestidad
Es más difícil de lo que parece. Cualquiera puede grabar una canción, subirla a las plataformas y a las redes sociales e incluso ser la canción del año. Pero grabar un disco físico, plasmar en un trabajo el inicio de una carrera, es un camino lleno de espinas y de trabajo. Mucho trabajo antes, durante y después del parto.    

Adrián Cabeza es uno de los que saben lo que cuesta porque es uno de los cantantes que no ha tenido la suerte -suerte discutible- de haber sido descubierto por una multinacional. Estuvo en esta casa con su guitarra y cantó su tema principal.
 

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