Hasta ahora, la Cámara legislativa del conservador emirato de Kuwait, la única democracia parlamentaria del golfo Pérsico, ha estado tradicionalmente controlada por hombres.
Una de las nuevas diputadas es la ex ministra de Sanidad Masuma al Mubarak, que dimitió en agosto de 2007 después de que varios diputados mostraran su intención de interpelarla en el Parlamento por supuestos casos de negligencia en la administración de su ministerio.
Al Mubarak ya había entrado en la historia política del país en marzo de 2007 cuando se convirtió junto con Nuriya Sobeih, que se ocupó de la cartera de Educación, en la primera mujer en ser nombrada ministra.
El pasado sábado, se celebraron en este rico país árabe los terceros comicios parlamentarios de los tres últimos años, con el objetivo de sentar las bases para resolver una nueva crisis política desatada en el país.
En los comicios tenían derecho a voto 384.790 personas, de un país con 2,7 millones de habitantes de los cuales 1,3 millones son extranjeros que trabajan en el emirato. Se presentaron 210 candidatos, 16 de ellos mujeres, que aspiraban a 50 escaños.
Sólo se presentaron a la reelección 6 de los legisladores del Parlamento que quedó disuelto en marzo pasado, el duodécimo desde que rige la democracia parlamentaria en Kuwait, desde 1962.