En un auto notificado ayer, el magistrado defiende la competencia del tribunal español diciendo que no consta que la Justicia israelí investigara los hechos y añade que, aunque lo hubiera hecho, de la Convención de Ginebra se desprende la competencia “concurrente” de la Audiencia Nacional, dada la naturaleza de los delitos investigados (crímenes de guerra).
Por su parte, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, apostó ayer por reformar algunos aspectos de la regulación de la jurisdicción universal ya que “no nos podemos convertir en los gendarmes judiciales del mundo”.