Hace ahora una semana Jerez se desayunaba con un suceso que ponía en alerta a más de un vecino y abría un debate y una investigación que ahora está en manos de agentes expertos en la lucha contra el terrorismo yihadista desplazados a Jerez desde Madrid mientras la propia Audiencia Nacional ha abierto también diligencias. ¿Gamberrada o ataque en mayúsculas?Es el debate que hay ahora mismo en la calle a raíz del episodio en el que un agente de la Policía Nacional jubilado fue apuñalado por cuatro encapuchados vestidos de negro que hablaban en árabe tras reprender a uno de ellos por el cóctel molotov encendido que iba a lanzar al convento Santa María de Gracia (Santa Rita). Sus otros tres compañeros presuntamente serían los autores de las pintadas exaltando el yihadismo que aparecieron casi a la par en San Lucas, a las que estos días se ha sumado una nueva por San Mateo.
Hasta ahora, lo único firme es el envío por parte del Ministerio del Interior de policías del Grupo de Información especializados en estos sucesos para investigar lo ocurrido. Sin embargo, mientras en la Comisaría Nacional de Policía la discreción es absoluta sin que hasta ahora se hayan pronunciado sobre lo ocurrido (fue la alcaldesa quien anunció el desplazamiento de la unidad policial desde Madrid), en el seno de organizaciones como la Unión Federal de Policía (UFP) tienen claro que no es una gamberrada aunque los implicados actúen “de una manera primaria”.
Juan Verdugo, secretario provincial de la UFP, y miembro de la Ejecutiva Nacional y del Consejo de la Policía se acercó al lugar de lo ocurrido y descarta que se trate de vandalismo. “Han querido hacerlo para darse a conocer y tener más facilidad para integrarse en grupos yihadistas, porque los verdaderos yihadistas están ya a un nivel de terroristas que no suelen ir a hacer pintadas. Lo han enmascarado -iban de negro- con un cóctel molotov rudimentario pero la intención era lanzarlo al interior del convento”, agrega. Además, Verdugo está convencido de que la forma en la que atacaron a su compañero, evidencia que “lo iban a matar”. En su opinión, los responsables de estos hechos, aunque no respondan al perfil de un terrorista yihadista islamista podrían estar en estos momentos “ en fase de captación o en el principio del adiestramiento y posiblemente quieran hacer méritos”. España tiene ahora mismo decretado el nivel 3 de alerta antiterrorista, pero, ¿sorprende que estos incidentes ocurran en Jerez?En la UFP creen que a estas alturas no puede sorprender ni que ocurra en esta ciudad, Madrid o cualquiera de España “porque están intentando captar a gente por todos lados y Ceuta es precisamente uno de los puntos más importantes que prácticamente tira a la izquierda de Jerez”. De ser detenidos y y si las investigaciones diesen resultados, la UFP, que ha puesto todos los servicios jurídicos a disposición del afectado, se personaría como acusación particular.
Hermetismo
En lo que respecta a la llegada del grupo de expertos, la discreción es la principal tónica de su trabajo. Sólo hablan con el comisario porque precisamente parte del protocolo es que nadie tiene que saber nada de los pasos que vayan dando. Vienen de paisano y en la Comisaría no hay revuelo ni tampoco han vivido con preocupación lo ocurrido.
“Hay máxima tranquilidad”, reitera Verdugo, todo ello pese a que los agentes saben que las fuerzas de seguridad están en el punto de mira de los terroristas yihadistas en toda Europa.
Estos especialistas, como apunta, trabajan muy de incógnito, saben de sobra por donde moverse, hacen su trabajo que es buscar información y aunque sabemos que están aquí no sabemos quiénes son”, señala un agente de la Policía Nacional consultado por este medio.Y es que, al contrario que pudiera ocurrir con los agentes de los Tedax desplegados por avisos de bomba, en el caso de estos efectivos su presencia ni es aparatosa ni se nota en el trabajo diario.
“Somos gente tranquila y luchadora”
La comunidad musulmanana la componen en Jerez unas 850 personas aproximadamente, según datos de CEAIN, entre senegaleses, pakistanies, argelinos, saharauis y principalmente marroquíes. Hakim, miembro del colectivo islámico de Jerez, ciudad en la que lleva residiendo los últimos 17 años de los 30 que lleva en España, colabora con CEAIN, cree que lo importante es que Policía haga ahora su trabajo” y “no caer en la provocación”. “En el colectivo islámico somos gente trabajadora, que estamos luchando y sobreviviendo”. Tiene claro que el pueblo de Jerez es “inteligente”, “acogedor” y sabe “discernir” entre lo que hace “un majara” y su colectivo. “Somos gente tranquila, que nunca hemos tenido ningún problema”, por lo que tiene claro que “no tenemos que pedir perdón”. En el seno de CEAIN, Francisco Morales, cree que lo importante ahora es que estos incidentes “no enturbien” la convivencia “porque no son representativos” de la realidad. Su organización, parte de esta comunidad y organizaciones secundaron el viernes la concentración “Por la convivencia, contra la xenofobia y la intolerancia” a raíz de los últimos episodios.