El Recreativo de Huelva logró un anodino empate a uno este pasado sábado ante el Atlético Osasuna en el estadio Nuevo Colombino. Los albiazules rompen la racha negativa de seis derrotas consecutivas sumando un punto insuficiente en su carrera para alejarse de los puestos de descenso. El conjunto onubense evidencia enormes carencias y adquiere vicios jornada a jornada que no ayudan a que salgan del pozo de insuficiencias que de por sí ya tenía la plantilla.
El Recre es un polvorín en defensa ayudado a la falta de concentración y de intensidad en intervalos del encuentro de jugadores del centro del campo y de ataque. Encaja goles fácilmente y le cuesta un mundo que fluyan las ideas en el medio del campo y ello implica la desconexión total con el ataque. Joselu o el delantero de turno viven aislado del resto del equipo. Eso sí, a corazón no le gana nadie y quizá haya que aferrarse a eso ante la amenaza cada vez más real de la Segunda división B. De lo poco positivo del choque ante el Osasuna, que se presentó con sólo diez jugadores profesionales a Huelva, es que el Decano logró marcar tras 245 minutos de padecimiento. Jesús Vázquez anotó de penalti.
Aunque los jugadores mucho hagan después de meses y meses sin cobrar sus nóminas y viviendo auténticos dramas varios de ellos, el técnico recreativista está obligado a que deportivamente estas circunstancias afecten en la menor medida posible. José Luis Oltra debe sentirse privilegiado después de no haber sido pitado tras acumular seis derrotas seguidas. Ni Sergi. La plantilla es escasa en cuanto a efectivos y recursos, pero ante Osasuna, por ejemplo, sólo tenía dos bajas, el once tipo y prepara el mismo partido con los mismos hombres partido tras partido. Derrota tras derrota. A Oltra le cuesta modificar el dibujo táctico o rotar jugadores. Quizá el delantero Rubén Mesa lleve pidiendo a gritos una oportunidad desde hace meses.
El míster valenciano explicó en sala de prensa que “hay dos versiones de ver el partido. Una que sumas un punto tras seis derrotas seguidas y tienes que estar contento y feliz porque rompes la dinámica y otra en la que vienen 9.000 personas y quieres brindarles una alegría porque nos han demostrado confianza y nos han ayudado y te sabe a poco”.
Se mostró autocrítico respecto a la facilidad de encajar goles: “Si te hacen gol con una buena jugada o el gol de la jornada hay dosis de acierto del rival, pero cuando es cuestión de concentración e intensidad sabe mal encajar un gol en el único tiro de la segunda mitad del rival”.
Sobre lo mal que juega el Recre, Oltra comentó que “se puede decir que jugamos regular y nos falta pero tenemos ganas de ganar, generosidad en el esfuerzo y el equipo transmite energía, pelea y corre. Con estas dinámicas salen más a relucir las carencias y no estamos en el mejor momento.
