El próximo jueves, Día de la Esperanza, se cumplirán cuatro años de la desaparición de José Quijada, más conocido como Pepe el del Séneca. El famoso comerciante gaditano, de 65 años de edad por aquel entonces, viajó a Tánger vía Tarifa para comprar género para su bazar y tenía previsto regresar a Cádiz desde esta ciudad por su nuevo puerto hasta Algeciras. A partir de ahí desaparece su rastro. Cuatro años después nada se sabe de su paradero y aunque la investigación continúa abierta, no se ha producido ningún avanza. La familia continúa sin conocer dónde se le perdió la pista, si en Marruecos o en Algeciras, aunque su impresión es que Pepe nunca llegó a poner pie en la Península.
Una de sus nueras, Sofía, asegura que la familia al completo está destrozada, en especial su esposa, Isabel Fernández, que sigue al frente de la tienda de pieles de la calle Ancha. “Este año no quiere que se haga nada para recordar a su marido. Se supone que conforme pasan los años nos tenemos que ir recuperando, pero en su caso es al contrario, va pasando el tiempo y cada ve está peor”. Y es que lo más duro para esta familia es el hecho de no poder pasar página, no poder cerrar el círculo, como dice Sofía: “Sabemos que todo el mundo tenemos nuestro día, pero en este caso es distinto, no sabemos qué le pasó, si está vivo o muerto, es una incertidumbre insoportable”.
Su nuera recuerda cómo era Pepe, un hombre alegre, con mucho sentido del humor y mucho carácter. “Lo echamos mucho de menos porque era el puntal de la familia. Una persona muy conocida en Cádiz, de hecho, cuatro años después la gente nos sigue parando para preguntarnos por él”.
La fecha de su desaparición coincide con unas fiestas muy señaladas: "Para nosotros desde hace cuatro años no hay Navidad. Nos juntamos a cenar toda la familia por Isabel, su mujer, y por los niños, pero no tenemos ganas de nada".
El comerciante gaditano había viajado a Marruecos en un Ford Galaxy de color azul y con dos pequeños perros a bordo. Desde entonces, todo han sido conjeturas y rumores. Pero lo cierto es que cuatro años después, Pepe sigue en paradero desconocido.
