¿Nadie puede mediar?

Lo peor de las pésimas relaciones que mantienen Ayuntamiento y Junta, que ni siquiera tratan de disimular, como se está poniendo de manifiesto cada vez que tienen la necesidad de relacionarse, es que no se conoce de ninguna instancia que tuviera la posibilidad de mediar para evitar este bochorno. Es cierto que jamás, desde que cohabitan las dos administraciones, ha habido buen entendimiento, ni siquiera cuando existieron gobiernos de las mismas siglas, pero desde luego siendo partidos opuestos, PSOE en el gobierno andaluz y PP en el Ayuntamiento, la situación ha sido complicada en todo momento, aunque nunca como ahora y desde que llegó la nueva Corporación, la tensión ha sido constante y activa, un desencuentro tras otro, el que se suele dar cuando no hay ninguna voluntad política de llegar a acuerdos, la Junta porque mantiene una hoja de ruta prácticamente sin darse por aludida y aunque con mejores formas es cicatera con los intereses de la ciudad, y el equipo de gobierno municipal, que es el que alimenta a fondo las diferencias, utilizando habitualmente descalificaciones que han derivado en un ambiente irrespirable que de seguir así no puede terminar en nada bueno. Existía la esperanza in extremis, de que una visita de la presidenta de la Junta a Jaén pudiera servir para suavizar el duro revés institucional, y que se pudiera llegar a un pacto de normalidad con el compromiso de aprobación del PGOU a cambio de otro modelo de lealtad y diálogo fluido, pero nos tememos que las partes, aunque cueste creerlo, están tan ofuscadas que no ven el daño y la condena para Jaén.