La Policía Nacional ha detenido en Morón de la Frontera a tres personas por distintos delitos relacionados con el tráfico de drogas en esta localidad sevillana en el marco de dos investigaciones distintas desarrolladas en las últimas semanas, según ha informado la Policía en un comunicado de prensa.
De este modo, los agentes consiguieron, por un lado, desmantelar un secadero con 55 plantas de marihuana en una operación que se saldó con la detención de dos personas, mientras que fruto de una segunda investigación detuvieron a otro individuo dedicado a la venta de estupefaciente --concretamente cocaína-- en un establecimiento abierto al público.
Fruto del trabajo de investigación continua que realiza la Policía para erradicar el tráfico ilegal de drogas en las poblaciones donde opera se inició una investigación en torno a un domicilio de Morón de la Frontera donde, según la información policial previa, podría haberse instalado un invernadero ilegal de marihuana.
Las diligencias de investigación posteriores en torno a ese domicilio llevaron a vislumbrar la existencia de este tipo de plantas en el interior, por lo que se procedió a realizar otras actuaciones a fin de localizar e identificar a los presuntos responsables.
Una vez finalizadas estas diligencias, y tras obtener la pertinente orden, se procedió a la entrada y registro del domicilio investigado, donde se descubrió una instalación propia de invernadero en la que se cultivaban un total de 55 plantas de marihuana.
Por otra parte, los agentes identificaron a un total de tres personas, dos de las cuales fueron detenidas en relación a estos hechos, a quienes se les incautó, aparte del estupefaciente, los distintos útiles empleados para poner en marcha el invernadero en cuestión, así como teléfonos móviles y dinero en efectivo.
VENDÍA COCAÍNA EN UN ESTABLECIMIENTO ABIERTO AL PÚBLICO
En la misma línea de investigación, los agentes localizaron un establecimiento de hostelería ubicado en Morón de la Frontera en el que, al parecer, se estaban vendiendo sustancias estupefacientes, concretamente cocaína.
Tras iniciarse las primeras diligencias, los investigadores se centraron en la figura de uno de los camareros del establecimiento, que ofrecía a los clientes del mismo este tipo de sustancia para obtener unos "ingresos extra".
Una vez obtenida toda la información necesaria, se procedió a realizar la entrada y registro del local donde se estaba llevando a cabo la venta de la droga, y que dio como resultado la incautación de seis gramos de cocaína repartidos en varias dosis y de dos armas largas sin documentación, motivo por el que se detuvo a la persona investigada.
