Los seis piratas somalíes, detenidos el 12 de enero de 2012 en aguas del Océano Índico por intentar asaltar el buque de combate español 'Patiño', han asegurado este lunes, en el juicio que se sigue contra ellos, que eran pescadores que se habían perdido en alta mar y que pidieron al barco de la Armada Española que les ayudase.
Así lo han manifestado los seis procesados ante el tribunal de la Audiencia Nacional, presidido por el juez Fernando Grande-Marlaska. Mohamed Abdullah Hassan, Mohamed Aden Mohamed, Issa Abdullah Issa, Abdillahi Mohamed Gouled, Mohamed Said Ahmed y Hamoud Elfaf Mahou están en prisión, acusados de la comisión de delitos de pertenencia a organización criminal (6 años), piratería (13 años) y tenencia y depósito de armas (4 años).
Hamoud Elfaf Mahou, de 33 años, ha afirmado que no conocía los hechos de los que se le acusaba, por lo que ha negado su participación en los mismos. A preguntas de la fiscal Teresa Sandoval, el procesado ha relatado que él y sus sus seis compañeros (uno de ellos fallecido en el altercado) se encontraban en alta mar, buscando a otra lancha que se había averiado y perdido.
En esta línea, Mohamed Abdullah Hassan (28 años) ha defendido que su profesión en la de pescadores y que aquel día tenían "hambre" porque llevaban "siete días perdidos en el mar". Por ello, según ha comentado, se acercaron al 'Patiño', para pedir "comida" y combustible.
El acusado he explicado que cuando se acercaron a pedir ayuda, los militares españoles comenzaron a dispararles. No obstante, en el esquife se intervino comida envasada al vacío, tres garrafas de aceite de motor de cinco litros, una petaca de gasolina Yamaha y dos garrafas de 50 litros de gasolina, entre otras cosas.
NI ARMAS NI DISPAROS
Mohamed Said Ahmed, de 25 años, ha negado que los acusados llevaran el el esquife en el que navegaban armas o que hubieran disparado contra el buque de combate español. "Nos acercamos para pedir ayuda. No para atacar. No nos escucharon y empezaron directamente a disparar sin hablar nada", ha declarado.
Durante su interrogatorio, Abdillahi Mohamed Gouled (33 años) ha subrayado que los seis procesados vienen de una "aldea pobre", en la que las personas que allí viven se dedican a la pesca. Además, ha añadido que uno de ellos era un mecánico que iba a recibir "dinero" por la reparación de la lancha que supuestamente buscaban en el mar.
Issa Abdullah Issa y Mohamed Aden Mohamed, ambos de 26 años, han negado que portaran ninguna clase de armas o de material que pudiera ser utilizado para el abordaje de embarcaciones. No obstante, en el esquife se encontró un casquillo de un fusil de asalto AK-47.
Por su parte, el comandante del 'Patiño', Enrique Cubeiro, ha afirmado que "aproximadamente" sobre las 7.15 horas del 12 de enero de 2012, recibió en su camarote una llamada del oficial de guardia, en la que le alertó de la presencia de un esquife con un número "indeterminado" de personas, que intentaban subir abordo del buque español.
Ante esta llamada de alerta, Cubeiro ha afirmado que dio la orden de activar el más alto grado de protección del barco (el zafarrancho de combate), terminó de arreglarse, y cuando subía a la cubierta oyó ráfagas de disparos durante unos "20 o 25 segundos".
CREYERON QUE ERA UN MERCANTE
Según el comandante, los acusados intentaron subir al buque por la popa creyendo que era un "mercante". "El esquife abrió distancia y desapareció en la oscuridad" de una "noche cerrada" sin luna, mala mar y escasa visibilidad, ha indicado.
Los acusados fueron detenidos tras una persecución con helicóptero que fue grabada en vídeo y en la que se podía apreciar "perfectamente" cómo los presuntos piratas arrojaron las armas (siete fusiles de asalto y dos lanza granadas) y otro material al océano.
Por último, el teniente de navío que iba en el helicóptero ha asegurado ante el tribunal que "normalmente" cuando se trata de pescadores, estos enseñan las capturas o advierten de que están faenando para no ser confundidos con posibles piratas. "En este caso nada", ha zanjado.