Técnicos de la Diputación de Granada se han desplazado este martes hasta el municipio de Castilléjar para estudiar la mejor solución para contener la ladera que el pasado domingo por la noche se derrumbó afectando a tres casas cueva y obligando al desalojo de dos personas, toda vez que la eliminación de las rocas que están pendientes de desprenderse será una tarea "compleja" y "costosa".
La primera estimación realizada por los técnicos, que han realizado una inspección ocular y gráfica del terreno, apunta que la eliminación de estas planchas de piedra supondrá un desembolso de unos 60.000 euros, sin que se haya definido aún si se realizará de manera manual por parte de operarios, una tarea "que podría ser arriesgada" dada la situación del terreno, o con maquinaria especializada.
El primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Castilléjar, José Manuel López, ha explicado a Europa Press que para el municipio lo primordial es dar una solución para contener la ladera, ya que, si bien un nuevo desprendimiento sólo afectaría a la casa cueva deshabitada que ya quedó destruida el pasado domingo, la pretensión es que la zona, en el barrio de la Cruz, sea totalmente segura para los vecinos.
La ladera en cuestión se encuentra encima de una zona salpicada por casas cueva y el Ayuntamiento de Castilléjar aboga por crear un "gran muro de contención", ya que, el terreno está muy escarpado y "no se puede apuntalar". Igualmente, una parte de la calle afectada permanece acordonaba por seguridad mientras se toman las medidas preventivas necesarias.
Desde el Ayuntamiento de Castilléjar siguen "mirando al cielo" con la confianza de que no se produzcan nuevas lluvias que puedan agravar el problema, cuyas causas concretas aún se están evaluando.
El desprendimiento, que el Ayuntamiento ha enmarcado en un hecho "puntual", se produjo sobre las 23,30 horas del domingo, afectando a una casa cueva que no estaba habitada, y que ha quedado totalmente destruida, y a otra cuyos dos moradores han sido desalojados y realojados con familiares.