Si la patria de la persona es su infancia, evocarla nunca será tiempo perdido. En la infancia, la escuela, el maestro, el compañero de pupitre... nunca se olvidan. Es en la infancia donde se vislumbran y forjan las generaciones futuras; por eso la educación es un proceso tan determinante en la vida de cualquier ser humano.
Si bien suele ser frecuente la reunión de antiguos compañeros de curso, no lo es tanto que se reúnan alumnos de distintas promociones, los profesores y el personal no docente; es decir, todas las personas que tomaron parte en ese proceso educativo. Es el caso del colegio Maestro Antonio Arocha, fundado en 1973 y convertido en Instituto de Enseñanza Secundaria Los Cabezuelos en 2008 por razones que ahora no vienen al caso.
De ahí, el próximo 22 de junio todos están llamados a una gran convivencia que se celebrará en el hotel restaurante El Lago. Todos porque no puede falta nadie, sólo aquellos ausentes de este mundo de vivos. Es lo que viene procurando desde hace cuatro meses un grupo de antiguos alumnos, a la sazón amigos, empeñado en hacer más grande su reunión.
El acto comenzará a las 13.00 horas con una copa de bienvenida a cargo de dos venenciadores facilitados por el restaurante, para continuar con un almuerzo tipo buffet. Como casi todo tiene un precio, para la ocasión será de 20 euros para los adultos y de diez para los niños, porque han procurado no sólo la convivencia de distintas generaciones, sino que los hijos se vayan conociendo y, por qué no, entablando relaciones afectivas a la luz de la experiencia escolar de sus padres.
Como hay que organizarlo todo con tiempo para que no se escape detalle -tanta gente así lo exige-, habrá que ingresar el dinero en la cuenta de La Caixa 2100-4758-15-0100467616 antes del diez de junio. Como dice el lema elegido para ilustrar el cartel anunciador de este auténtico acontecimiento social, Contamos contigo.
El trabajo de convocatoria de calle está casi hecho: parando a un viejo compañero, mediante el teléfono, internet y cuantos medios se han terciado, haciendo especial hincapié en las numerosas barriadas rurales del término arcense, pues, no olvidemos, gran parte del alumnado del extinto Maestro Antonio Arocha procedía del campo, una circunstancia que sin duda marcó el carácter entrañable del colegio.
El acto en sí ya es una sorpresa, pero seguro que habrás más, como por ejemplo la proyección de un video o montaje fotográfico que resucitará por unos minutos el colegio que todos los asistentes llevan dentro, así como se habilitará un micrófono para que los presentes que lo deseen se dirijan a sus compañeros o dediquen unas palabras.
De hecho, “a todos les ha hecho mucha ilusión esta reunión”, comentaba una maestra organizadora. Y como gran parte de los asistentes serán padres de familia, por aquello de mantener entretenidos a los niños, se montará una atracción, posiblemente un castillo hinchable de esos que tanto gustan.
Que se sepa, no habrá homenajes, pero si lo hubiere seguro que sería para quien fue el único director del colegio: el recordado Laureano Barrera, cuyos conocimientos y forma de educar iluminaron a tantas generaciones de arcenses. En fin, si sois antiguos alumnos del colegio Maestro Antonio Arocha, de verdad, no os lo perdáis. Volveréis a sentiros como niños en la verdadera patria.
