El pasado jueves, 18 de abril, una fábrica de fertilizantes saltó por los aires en la localidad de West (Texas), provocando la muerte de 14 personas, muchos de ellos residentes en la cuatro manzanas junto a la factoría destruida por la brutal detonación. La causa del siniestro, explosión del amoniaco (24 toneladas) allí depositado.
West queda lejos de Huelva, muy lejos, pero hay un elemento que la hace una población vecina a la onubense. El almacenamiento de amoniaco.
Ese producto químico, que sembró la tragedia la pasada semana en la localidad estadounidense, se manipula en Huelva, más concretamente en la fábrica de fertilizantes de Fertiberia en la Avenida Francisco Montenegro. ¿Qué hacer si aquí también hay una reacción química del amoniaco con el oxígeno del aire, o si la rotura de uno de los depósitos donde se almacena este compuesto acaba provocando una explosión? La ciudadanía lo desconoce. Ante ello, la Mesa de la Ría de Huelva compareció públicamente este jueves para urgir a la Junta a la “elaboración de un plan de emergencia que contemple accidentes como el ourrido en Texas”. Así lo hizo saber Francisco Romero, secretario de la organización, que denunció la “falta de información a la ciudadanía sobre las medidas a tomar en caso de accidente químico”. Romero recordó que “existen unas directivas europeas, muy claras al respecto, denominadas Seveso, nombre de la localidad que en el año 1976 sufrió un accidente de varias industrias químicas en cadena que tuvo graves consecuencias sobre la población”. Según explicó, la Directiva Seveso establece que “en el caso de que se produzca un incidente susceptible de causar un accidente grave, la industria debe informar de forma inmediata a la Comunidad Autónoma, sobre cómo y por qué se ha producido el accidente, las sustancias peligrosas involucradas, las medidas de emergencia adoptadas, previstas y necesarias y los efectos negativos producidos o que se puedan producir”. Algo que, según el representante de Mesa de la Ría, la Junta obvió en casos como la fuga de Atlantic Copper del pasado 5 de octubre: “En vez investigar e informar, lo único que hizo fue intentar maquillar y ocultar lo ocurrido”, sentenció.
“La Junta de Andalucía tiene la competencia para elaborar, en colaboración de las industrias, los planes de emergencia exteriores para prevenir o, en su defecto, mitigar las consecuencias de accidentes graves que puedan producirse”. Ante esto, Romero recordó que su grupo tiene solicitada una cita con el delegado del Gobierno andaluz, José Fiscal, para trasladarle la situación, “pero hasta la fecha no nos ha recibido”.
Romero concluyó su comparecencia reiterando que es “necesario y urgente” el citado plan de emergencia “y especialmente, que la Junta a abandone el mensaje caduco y simplista, de evitar la información a la ciudadanía sobre los peligros de la industria química, para evitar alarma social. Si tienen que evitar la alarma social, quiere decir que lo que en Huelva hay instalado es verdaderamente peligroso”.
Por alusiones, Viva Huelva buscó valoraciones de la Junta de Andalucía, pero fuentes de la Delegación del Gobierno se limitaron a decir que “de momento no vamos a decir nada”.
“En Huelva se dan condiciones para más gravedad que en Texas”
Viva Huelva quiso contrastar las informaciones dadas por Mesa de la Ría con expertos en el sector de la industria y su relación con el medio ambiente. Localizamos a José Cantó, doctor en Ciencias y exresponsable en Huelva de la Agencia de Medio Ambiente.
Para este científico, la aglomeración de industrias químicas en Huelva y alrededores y su proximidad a la población hace que en esta parte “haya condiciones para que, en caso de accidente, pasen cosas más graves de las que han pasado en Texas”, por lo que “hay que avisar para que esas cosas no ocurran”. Cantó recordó que cuando se trabaja con sustancias químicas “se pueden dar circunstancias de mal manejo” matizando que “los errores humanos son constantes en los procesos industriales”. “En Huelva se trabaja con sustancias químicas peligrosas demasiado cerca de zonas habitadas”, por lo que instalaciones de amoniaco como las de Fertiberia “deberían estar mucho más lejos de la población”. “Se supone que hay organismos pendientes de que estén implantadas todas las medidas de seguridad, pero los riesgos existen”, concluyó.
Fertinagro quiere licencia para poner un depósito de amoniaco
Otro de los aspectos que desveló en su comparecencia Francisco Romero fue el de la intención de la empresa Fertinagro de instalar en Huelva “un gran depósito a presión a presión de 50 toneladas de amoniaco anhidro”. Decir como referencia que los depósitos de la fábrica que explotó en Texas almacenaban 24 toneladas de este producto químico.
El secretario de Mesa de la Ría, colectivo que tiene el proyecto de Fertinagro en sus manos, explicó que la empresa aragonesa “en la segunda Fase propone un gran depósito a presión de más de 50.000 kg. de amoniaco anhidro, el mismo compuesto químico causante del desastre en la factoría americana. Sobre este proyecto la Mesa de la Ría informa que ya se encuentra en fase de investigación por la Comisión Europea por pretender instalarse en suelos altamente contaminados para uso industrial y con informes técnicos negativos”. Por todo ello la Mesa de la Ría, insta al Ayuntamiento y Junta de Andalucía “a que denieguen la licencia y la autorización ambiental al proyecto que pretende instalar Fertinagro”.