La Guardia Civil ha llevado a cabo un operativo durante la feria de Chiclana de la Frontera en el que se han realizado más de 130 inspecciones en materia de salud pública y seguridad alimentaria, tramitando 20 actas por infracción a ambas normativas. Con el operativo realizado se ha impedido la comercialización de cientos de kilos de alimentos caducados, carentes de etiquetado que acreditara su procedencia o con manifiestas deficiencias en materia higiénico sanitarias.
Las actuaciones realizadas por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), tuvieron lugar en los días previos al inicio de la Feria de San Antonio en la localidad de Chiclana, tras conocer que se comercializarían alimentos varios "de dudosa procedencia", por lo se dispuso un operativo especial.
Según ha detallado el Instituto Armado en un comunicado, los agentes procedieron a localizar, ubicar y estudiar la distribución de las casetas, así como de los establecimientos de venta de productos alimenticios, realizando diversas inspecciones en cocinas de varias casetas para inspeccionar sus condiciones higiénico-sanitarias.
Durante las inspecciones, los agentes detectaron numerosas deficiencias en materia de seguridad alimentaria, como la utilización de huevos para la elaboración de alimentos, alimentos caducados o productos cárnicos mezclados con restos de otros alimentos y suciedad.
Los agentes continuaron con las inspecciones detectando "graves" deficiencias en materia de higiene, carencia de carnet para la manipulación de alimentos y trazabilidad de los alimentos, detectados sobre todo en uno de los semi-remolques que se dedican a la elaboración de comida rápida.
El operativo ha permitido retirar de la circulación "cientos de kilos" de alimentos que de ser consumidos por los usuarios hubieran derivado en posibles intoxicaciones. El material incautado fue retirado en presencia de la veterinaria de consumo del Ayuntamiento de Chiclana, la cual consideró que los mismos no eran aptos para el consumo humano.