La conversación de mayo de 2009 entre el cantante y Conrad Murray, grabada en el teléfono celular del médico, fue sin duda uno de los momentos más dramáticos en el juicio en Los Angeles, que lleva en marcha una semana.
Los hermanos del cantante, Jermaine, Randy y Rebbie, estuvieron entre quienes escucharon la grabación. Jermaine Jackson se secó las lágrimas con un pañuelo de papel cuando escuchó la cinta, en la que Michael habla con lentitud, en voz baja y a veces de modo incoherente, arrastrando las palabras.
"Mis actuaciones estarán allí para ayudar a mis niños y siempre será mi sueño (...) Los amo porque no tuve infancia. No tuve ninguna infancia. Siento su dolor", dice el cantante en la grabación.
Los fiscales están tratando de probar mediante este testimonio que Murray conocía los efectos de los medicamentos que afirman que estaba dando a Jackson, desde mucho antes de que el cantante muriera bajo su cuidado el 25 de junio de 2009.
"ESTOY DORMIDO"
Murray está acusado de homicidio involuntario por la muerte de Jackson en su mansión de Los Angeles, desde que médicos forenses determinaran que murió por una sobredosis del poderoso anestésico propofol en combinación con sedantes.
El médico admitió haber dado propofol a Jackson ese día como ayuda para dormir. Pero sus abogados afirman que el artista consumió una dosis extra y mortal de propofol cuando Murray estaba fuera de la habitación
Al final de la grabación, Jackson deja de hablar y Murray le pregunta: "¿Estás bien?" Luego hay otra pausa y Jackson responde: "estoy dormido". La cinta fue grabada por Murray mientras Jackson se preparaba para una serie de 50 conciertos de regreso en Londres titulados This Is It.
"Elvis no lo consiguió. Los Beatles no lo lograron. Tenemos que ser fenomenales", dijo Jackson, que luego agrega que quería usar las ganancias de sus show para financiar un hospital de niños, que, alegaba, Dios quería que realizara.
"Va a tener un cine, sala de juegos", decía Jackson al describir el hospital con el que soñaba. "Los niños están deprimidos. En esos hospitales no hay salas de juegos, no hay cines. Están enfermos porque están deprimidos. Su mente los deprime".