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Torremolinos

Pornografía

Quizás ni lo pasado ni lo que estamos viviendo ahora en este país, pero los del negociete alrededor del sexo nos llevan de un extremo a otro.

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Alrededor de la pornografía circula mucho dinero. Dicen algunos que en el mundo moderno el hombre alienado se busca a sí mismo a través del sexo y la comida. Esta vuelta a los instintos básicos sería como el reducto último de la identidad, una necesidad urgente de afirmación del propio self en lo más profundo: soy, me reconozco a mí mismo en los instintos primarios. La individuación conexa dentro de un grupo busca a cada uno lo más distinto posible de los otros. Cuanto mayor la diversidad, mejor para formar personas: separar los listos de los cortos empobrece a ambos porque la individuación prospera en la disparidad y con ella la comunicación. Y sin comunicación no hay nada. De no ser que sólo se pretenda hacer trabajadores.

La desigualdad es riqueza en una escuela humanista que busque formar personas. De manera que interesa un estudio antropológico. En el seno social. si se da exagerado el sexo, la comunicación es pobre. El Yo y el Tú, un yo formando proyecto con el otro, eso es la vida: entonces el sexo anda incluido como un elemento más de la relación. No así si es obsesivo; es señal de que algo no funciona en la maduración de ese colectivo. Represión en épocas anteriores, por ejemplo. Todo es un equilibrio, una homeostasis natural, en la existencia. Épocas puritanas traen consigo siempre resultados maléficos. Y al contrario, tampoco son deseables los ambientes licenciosos, todo es un equilibrio.

Es un síntoma deseable de salud mental la práctica de las relaciones sexuales con plena naturalidad y de forma espontánea. Quizás ni lo pasado ni lo que estamos viviendo ahora en este país, pero los del negociete alrededor del sexo nos llevan de un extremo a otro. Es chocante que una religión se preocupe tanto de ciertas zonas del cuerpo y tan poco de otras: simplemente son centros de interés que se pueden manipular y devenir en centros de poder.

Muchos, con mentalidad pasada de fecha, hacen apología de otros tiempos en contraste con los presentes que son merecedores de oprobio. Los rigorismos no dejan una aceptación natural tras su dominio y siempre se añoran costumbres morales relativas al sexo y no del trato a los menesterosos, por ejemplo. El sexo y la distribución de la riqueza suelen ser exponentes de cada época histórica. El abuso de pornografía tiene de malo que es sintomático de pobreza de relación social en un grupo que busca el tú en este campo porque se ha abandonado la práctica en otros más nobles. El tú convertido en cosa, la mujer o el hombre convertido en objeto de placer lejos del vivir proyectos compartidos. Cuando se aleja el hombre del respeto a la dignidad de persona, todo se desenfoca.

La vida es un equilibrio, de acciones y reacciones bien medidas, y cuando dejan de ser espontáneas, todo queda en desorden. Por eso, moralistas, o hay moral en todo o todo está corrompido, una sociedad no admite estar a rodales. El trabajo justo hace las costumbres puras y no se da una sociedad sana sin una educación primaria sana. Calidad humana en los maestros es antes que todo, porque en la Primaria se aprende la vida conviviendo; después, a ejercer esa libertad en la democracia. A España se le están viendo estas ganas, sería expuesto volverla a frustrar como antaño. Creo que son tiempos de decisiones graves y todos tenemos conciencia de esto: se ven síntomas muy claros de buena voluntad en el pueblo.

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