Pagazaurtundúa ha hecho estas declaraciones durante el acto celebrado este mediodía en Andoain (Guipúzcoa) con motivo del octavo aniversario del asesinato de su hermano, el jefe de la Policía Municipal de esta localidad, Joseba Pagazaurtundúa.
Al igual que el homenaje que ya organizó el Ayuntamiento el pasado martes, este nuevo acto, convocado por la familia, amigos y compañeros del fallecido, ha tenido lugar ante la escultura "La casa de Joseba" realizada por el escultor Agustín Ibarrola tras el asesinato de Pagazaurtundua.
Al evento han acudido numerosas víctimas del terrorismo como familiares del ex edil socialista de Arrasate asesinado por ETA, Isaías Carrasco; la viuda de José Luis López de Lacalle, Mari Paz Artolazabal; la de Alfonso Morcillo, Caty Romero, y José María Múgica, hijo de Fernando Múgica.
El viceconsejero vasco de Seguridad, Rafael Iturriaga, la líder de UPyD, Rosa Díez, y el dirigente del PP Ramón Gómez, han sido otros de los asistentes al homenaje, en el que también han tomado parte el alcalde de Andoain, Estanis Amuchastegui (PSE/EE), el filósofo Fernado Savater y el ex parlamentario vasco y amigo del fallecido, Ignacio Latierro.
Durante su intervención, Maite Pagazaurtundúa ha asegurado, visiblemente emocionada, que en este momento en el que se plantea una posible legalización de Sortu, la sociedad se juega su "discurso colectivo" y la "calidad" de su "sistema democrático", así como "sus garantías, la degradación de sus grandes principios" y, junto a todo ello, "la posibilidad o no de enterrar dignamente a los muertos".
Ha recordado en este sentido que "no estamos todavía en el primer día de la paz, ni de la libertad", porque muchas personas continúan "escoltadas" y "mal vistas por los que siempre les han visto mal. Invisibles a los ciegos de conveniencia", ha recalcado.
En su opinión, el distanciamiento de la violencia anunciado por "el mundo de Batasuna" ha vuelto a situarle "en el centro de la opinión pública con un juego de ilusionismo", porque han dicho que condenarán el terrorismo "en el futuro".
Sin embargo, ha recordado que la "medida" para que la sociedad admita "la ruptura de Batasuna con ETA" está "ya puesta" en la condena de "la historia de terror que han compartido" y que constituye "el cordón umbilical que les ha unido y les sigue uniendo".
En su opinión, admitir lo contrario significaría "deshumanizar una vez más a las víctimas que fueron matadas, a los acosados, a los extorsionados, a los que no se atrevieron a hablar y a los que huyeron".
"La sociedad debería reflexionar sobre el deseo de impunidad de los delitos de los etarras", ha reflexionado Pagazaurtundúa, antes de lamentar que, "en una sociedad rehén todavía del miedo a ETA, la tentación de ser compasivo con el cruel, pueda llevar a volverse muy cruel con las víctimas" de los terroristas.
Fernando Savater, por su parte, ha recordado que "los asesinatos no caducan, como los yogures" y ha recordado que Batasuna fue ilegalizada por los atentados pasados, por lo que le ha exigido que diga ahora "si los condena o no, uno por uno".
