Cuenta Judeline, la jerezana que acompañará a J Balvin en su próxima gira europea, que adoptó su pseudónimo por el amor de su padre por 'Hey, Jude' de The Beatles, una más de las múltiples influencias de las que presume esta voz "suavita" que igual escucha "el trap más maleante que una de Luis Miguel".
"Desde muy chiquitita mi padre se encargó mucho de educarme el oído y me prohibía la música que a él no le gustaba, canciones de pop-rock como el de Estopa y también de reguetón. De pronto llegó mi adolescencia y me puse a escuchar trap, reguetón, Estopa y Extremoduro", recuerda con humor.
Fue en 2020 cuando Lara Fernández (Jerez de la Frontera, 2003) lanzó su primer tema, 'Solo quiero huir', en el que ya daba muestras de su variopinto imaginario musical, con influjo de r&b, urbano latino y folclor español, entre otros géneros.
"Ahora todo está tan globalizado que los géneros han dejado de tener límites. Por eso es súper importante refrescarte. Yo, para eso, voy hacia atrás y me fijo en las producciones de Rocío Jurado o Nino Bravo, que son una locura, o lo que hizo Ricardo Pachón con Lole y Manuel y con Camarón, cómo los sonidos te llevan visualmente a eso que está contando el cantante", explica.
En ese mismo 2020, con tan solo 17 años, desembarcó en Madrid procedente de "Los Caños de Meca, que en verano es precioso y superguay, pero en invierno, para una niña sin más niños de su edad... Yo estaba harta", rememora sobre las razones que la impulsaron a mudarse a la capital española.
"Curiosamente, desde que vivo en Madrid añoro y aprecio más Cádiz", admite a continuación esta artista que ha llenado sus canciones con referencias constantes a su tierra, no solo al paisaje más bucólico, también a sus bajos fondos como herencia de esa épica delictiva típica de las corrientes urbanas de las que bebe.
Ese "toque canalla", afirma, le sirve de contraste con su "voz muy suavita" y sus melodías "como de Disney". "Y no voy a mentir: siempre me ha llamado la atención todo ese mundo de chanchullos que hay en cualquier sitio de costa. Ya en el instituto el que más me atraía era el que peor pinta tenía, el de los primos más chungos y con tatuajes horrorosos", reconoce entre risas.
Después de décadas en las que los hombres "se han cansado de describir cómo les gustan las mujeres", reclama en ese sentido la libertad recién adquirida de las cantautoras de hablar de sus focos de atracción sexual, como cuando en '2+1' ensalza la fantasía de una trieja o, en 'De una manera', el recuerdo de una relación homosexual.
En la misma línea de reivindicación feminista, explica por qué apenas ha aceptado colaborar en temas de otros artistas masculinos más allá de su mayor éxito con 18 millones de reproducciones, 'Si preguntas por mí', del astro puertorriqueño Tainy.
"Al principio de mi carrera me parecía peligroso aceptar todas las propuestas que me llegaban porque me podía quemar, pero también porque a las mujeres se nos utiliza mucho de estribillo o como adorno en una canción, no tanto por nuestro peso artístico y lo que podamos aportar a melodías y estructura", lamenta.
Tras la publicación en 2022 de su primer EP, 'De la luz', y de otros temas más recientes que han despertado la atención de muchos oídos, como el funk carioca de 'Canijo', Judeline acaba de estrenar 'Mangata', primer sencillo del que será su primer LP tras el verano.
"Para mí lo que hace un disco es un concepto, una unidad y un trabajo, que tenga un sentido. Y es lo que me hace estar más pendiente y ponerle más mimo a este como el primer bebé que voy a traer al mundo", puntualiza tras haber lanzado más de una docena de sencillos al mercado.
Antes, en su papel de artista invitada, se convertirá en coprotagonista de la gira que llevará a J Balvin por Europa a partir del 26 de abril, cuando actuará en Fráncfort (Alemania), con citas posteriores como las de Milán (1 de mayo), Berlín (6 de mayo), París (22 de mayo) o Barcelona (28 de mayo), por citar algunas.
"Quién sabe, igual se da lo de hacer un tema juntos", apostilla.