Según Bianchi, “si bien es evidente que no hace más que obedecer al dictado lo que los Servicios Secretos marroquíes y el Majzem les dicen, con estas declaraciones dejan bien claro que no defienden más que la paz de los cementerios”.
Masacre
Según el portavoz de la AAPS, “mientras la sociedad española clama horrorizada ante la masacre cometida en Gdeim Izik, cuando cada vez son más las pruebas y las evidencias de la barbarie cometida (vídeos, fotos, declaraciones de testigos), resulta cuanto menos indignante que haya quien defienda dicha actuación”.
Por ello, Bianchi sostiene que “cada vez es más evidente que detrás de la masacre se encuentran las manos sangrientas de los generales Bensliman y Laanigri”.
La AAPS afirma que “la verdad está cada vez más clara y difícilmente podrán ocultarla. Comienzan a aparecer cadáveres y aunque impidan la entrada de prensa extranjera y observadores, con ello solo aumentan las sospechas. Está claro que Marruecos no quería testigos”.
El portavoz del colectivo prosaharaui indica que si el presidente de Pro Sáhara Marroquí, Luis Bueno, “es capaz de calificar de pacífica una masacre, además de merecerse los mismos calificativos de quien los cometió será capaz de justificar lo injustificable y achacarlo a una conjura”.