El teniente de alcalde de Gran Ciudad, Función Pública y Organización Municipal, Javier Bello, ha presidido el Comité de Seguridad y Salud que ha aprobado, entre otros asuntos, la inclusión de la Policía Local en los reconocimientos médicos de trabajo obligatorios, que hasta ahora eran voluntarios, así como un protocolo de actuación municipal para responder con celeridad y estar prevenidos el próximo año ante Fenómenos Meteorológicos Adversos Relacionados con las Altas Temperaturas en lo que respecta a los Trabajos en la Vía Pública.
A la reunión han asistido también los tenientes de alcalde de Presidencia, Gobierno, Gestión Interior y Seguridad, Jesús Garay, y Hacienda, Marta Rodríguez, la concejala de Formación, Silvia Gómez, el Intendente Principal de Policía Local, David Viñuela, y los delegados de Prevención Bárbara Martín – Niño, Jesús Jiménez y Genoveva Seijas, junto al Técnico de Prevención, Paco Fuentes, y el delegado sindical de UPLBA, Francisco Márquez.
El teniente de alcalde subraya que los dos puntos aprobados aumentan la necesaria seguridad laboral de los empleados municipales.
Bello subraya que el protocolo de actuación ante altas temperaturas en la vía pública establece las actuaciones y pautas de prevención necesarias para la ejecución de dichos trabajos cuando concurran riesgos relacionados con temperaturas altas extremas, esto es, cuando la exposición laboral al calor y al sol directo pueda causar graves alteraciones en la salud de los trabajadores. La relación de servicios y departamentos que realizan actividad en la vía pública y a los que les es de aplicación este protocolo son los Servicios de Infraestructuras (sección de obras y mantenimiento urbano y sección de alumbrado público), Bienestar Social (sección de cementerio) y Deportes (mantenimiento de instalaciones deportivas).
De esta forma, se establecen recomendaciones generales que incluyen pautas alimentarias y ropa adecuada y se fijan aspectos como la programación de descansos en áreas de sombra, la adaptación, siempre que sea posible, de los horarios laborales a las horas de menor exposición (se incluye adelantar o postponer la hora de inicio de la jornada y la interrupción y reanudación de la misma) o, en caso de alerta naranja o roja, evitar que las personas trabajadoras se encuentren aisladas realizando su labor, sin olvidar el apartado de la formación. El protocolo se refiere a la utilización del Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos, que elabora la Agencia Estatal de Meteorología, para planificar los trabajos que se desarrollen al aire libre y aquellos que no puedan quedar cerrados y cómo actuar en escenarios de alerta.