Buzek, que recibió en Bruselas a cuatro de los 52 disidentes excarcelados y trasladados a España este verano, consideró que su liberación es “un paso en la buena dirección” por parte de La Habana.
Sin embargo, dejó claro que “la libertad no se puede dar en pequeñas porciones” y subrayó que “el pueblo cubano debe disfrutar totalmente de los derechos humanos y las libertades”, así como de “todas las posibilidades para desarrollar un país libre, no sólo desde el exilio”.
En este sentido, llamó al régimen castrista a liberar a todos los prisioneros políticos que continúan encarcelados.
El presidente de la Eurocámara -que participó en la caída del comunismo en Polonia como miembro del sindicato Solidaridad- recordó a Cuba que “es imposible tener un progreso económico sin progreso político”.