Para este Málaga CF, cada partido disputado es una final. La imperiosa necesidad de salir de este pozo llamado Primera Federación aumenta exponencialmente las necesidades de un equipo que, poco a poco, va engrasando la máquina, ajustando automatismos y encontrando su mejor versión. Poco importa que sólo llevemos tres jornadas, cada encuentro es una final.
En la segunda parte de la victoria ante el Atlético Baleares ya se pudo vislumbrar de lo que es capaz esta plantilla. Con un juego atrevido, rápido y vertical, los pupilos de Sergio Pellicer lograron alzarse con la segunda victoria de la temporada para codearse por primera vez con los puestos de play-off.
Lograr la tercera consecutiva sería dar un primer golpe sobre la mesa y un aviso al resto de equipos: para rascar algo ante el Málaga, hay que sudar sangre. La visita del Recreativo Granada (sábado, 21:30 horas) supondrá una buena prueba de fuego para los boquerones, que volverán a jugar con 12, pues se espera otra fantástica entrada en La Rosaleda, tras los casi 20.000 espectadores que se citaron frente al Atlético de Madrid B.
Enfrente estará un conjunto, el nazarí, que no termina de arrancar en este inicio de temporada, pero que practica un fútbol vistoso, con la intención de tener la posesión. Además, el hecho de jugar en un ambiente como el que se vivirá en Martiricos, será un aliciente extra para los de Juan Antonio Milla.
Sergio Pellicer, por su parte, podría repetir alineación por primera vez en la temporada. Dioni y Roberto son fijos después de que ambos viesen puerta la temporada pasada. En todo caso, podría apostar por algo más de posesión y juego ofensivo con las entradas de Sangalli o Manu Molina por Genaro, aunque no es algo seguro. La misión hacer de La Rosaleda un fortín ya está en marcha, y el ‘miniGranada’ debe ser la siguiente víctima de ello.
