La intervención de los trabajadores de Algesa, junto a personal de la Delegación de Limpieza, comenzó a las 7.30 horas de ayer. Se calcula que se han retirado un total de 2.500 kilogramos de basura, fundamentalmente ropa, utensilios de distinto uso, y una parte, aunque mínima, de desechos alimenticios.
El operativo completo desplegado por la Delegación de Limpieza está compuesto por un técnico de seguridad de la empresa Algesa, un camión cuba de veinte metros cúbicos de capacidad, ocho operarios, el responsable administrativo de la Delegación y el gerente de Algesa.
Una vez retirados los residuos acumulados en la vivienda, se procedió a sanearla con agua a presión. En esta intervención también participaron agentes de la Policía Local y técnicos de la Delegación de Salud y Consumo, encargados de gestionar la desinfectación y desinsectación.
La Fundación Municipal de Igualdad y Bienestar Social, por su parte, ha gestionado la estancia del propietario en una pensión de la ciudad mientras se realiza la limpieza integral de su casa. Un perro de su propiedad también ha sido trasladado a las instalaciones de El Refugio, y será devuelto a su dueño cuando el estado del inmueble lo permita.
Los delegados municipales de Salud y Consumo y Limpieza, Julio Martínez Fírvida y Juan Lozano, respectivamente, siguieron in situ la intervención realizada ayer en la vivienda.
Martínez Fírvida explicó el protocolo que pone en marcha el Ayuntamiento en estos casos. “Los vecinos ya están contentos porque por fin hemos podido actuar”, manifestó, después de explicar el procedimiento que se sigue, complicado en este caso dado el estado de salud mental del propietario.
Juan Lozano compartió la satisfacción que sienten los vecinos del lugar. “No es una tarea grata la que les toca hacer al personal de la Delegación y de Algesa, pero es nuestra obligación, y sólo con la denuncia de los vecinos o de otros familiares podemos poner en marcha la tramitación necesaria, como ya ha ocurrido en otras ocasiones”, manifestó.
El antecedente más inmediato de una intervención de similares características se remonta al 16 de junio del pasado año, cuando Limpieza saneó una vivienda de la calle Albacete, situada en la barriada de La Bajadilla.
Un calvario
La propietaria de la vivienda anexa lleva denunciando este caso “desde hace dos años y, hasta ahora, se han echado la pelota unos a otros, de Salud a Asuntos Sociales y viceversa”. Mientras, “la situación que vivimos en casa es insoportable, porque el olor es insoportable y hay ratas, cucarachas y un perro que no sale para nada de la vivienda y hace sus necesidades en el interior de la casa”.
No obstante, destacó que “este hombre, que tiene poco más de 40 años, nunca ha puesto ningún tipo de impedimento para que limpiasen su vivienda”, en la que “antes residía con su madre, ya fallecida”. Antes de esta morir, añadió, “los servicios sociales le traían el almuerzo y los vecinos la atendíamos en sus necesidades alimenticias y también de aseo personal”. Sin embargo, “tras fallecer, este hombre se ha dedicado a recoger basura, utilizar lo que necesita para venderlo y, lo que no, lo almacena en la casa”.
