En medio de la incertidumbre económica, de las debilidades de la sanidad y del ataque mortal a un sacristán de Algeciras, hay luces que nos invitan a la esperanza entre tanta oscuridad apocalíptica. Días atrás, en un telediario especial sobre la sanidad en España en TVE -con un despliegue formidable que solo puede hacer y debe hacer, como así fue, una televisión de servicio público-, el periodista Carlos Franganillo hizo una radiografía formidable sobre la situación dramática que atraviesa la asistencia pública sanitaria en España con entrevistas a pacientes, trabajadores, expertos y políticos mientras recorría centros de salud de atención primaria, urgencias, quirófanos y salas de espera. Al final concluía este programón con una estampa espectacular delante de un grafiti dibujado tras los peores momentos de la pandemia por profesionales sanitarios con el lema ‘Del arte de cuidar’ en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. El director Unidad de Medicina Materno Fetal, Genética y Reproducción, Guillermo Antiñolo -Hijo Predilecto de Andalucía-, acompañado de parte de su equipo y unos padres felices con su bebé curado en brazos, explicaban una de las operaciones que lleva practicando este hospital desde hace décadas: las operaciones intrauterinas a fetos para corregir espinas bífidas que, en caso de no intervenir, hubieran provocado la muerte de los bebés nada más nacer.
Otra luz de esperanza la proporciona Unicaja Banco, la única entidad financiera andaluza que ha conversado la comunidad, que muestra un músculo extraordinario tras registrar un beneficio neto de 260 millones de euros en 2022, lo que supone un incremento del 89% respecto al ejercicio anterior. Y el balance hubiera sido mucho mejor para este valor ya del Ibex 35, pero Unicaja, en una actitud previsora plausible, dotó de 50 millones de euros las provisiones para insolvencias con el fin de prepararse para una posible debilidad económica.
Y la tercera luz de esperanza tiene el nombre del Defensor del Pueblo andaluz, quien no dudó en 7 Tv Andalucía en afear conductas o testimonios de dirigentes políticos y de la propia Iglesia Católica tras el asesinato de un sacristán a manos de un joven marroquí. Para Jesús Maeztu, la Iglesia “debe fomentar la cultura de la paz” y no permitir afirmaciones sobre el cristianismo como “la verdadera religión y la única que no mata”. En definitiva, tres ejemplos de excelencia asistencial sanitaria, de solvencia financiera y de tolerancia y convivencia, que son marca Andalucía, aunque Andalucía no presuma precisamente como debiera de estas certezas que son, sin discusión, luces de esperanza, asideros a los que agarrarnos para soñar y construir un devenir más próspero.
