“Estamos tranquilos porque el centro nos ha informado en todo momento, pero siempre te queda esa cosita”, señalaba poco antes de las dos una madre a Viva Cádiz mientras aguardaba la salida de su hija del colegio Las Esclavas, donde sobre las 7.20 horas se ha venido abajo todo el techo de la iglesia del centro educativo de la avenida principal de Cádiz. Otra madre de alumna lo tenía claro: "Era una muerte anunciada", señalaba para referirse al mal estado del citado inmueble, que había comenzado el curso clausurado.
Ciertamente, la dirección del centro ha remitido en las últimas 24 horas hasta dos circulares a las familias a las que ha tenido acceso este medio. En la primera, remitida en la tarde de ayer, el equipo directivo recordaba a los padres que la iglesia llevaba cerrada desde el pasado 1 de septiembre y se encontraba pasando la Inspección Técnica de Vehículos (ITE), por lo que “va a ser necesario hacer algunas reparaciones en el techo”.
“Por precaución”, prosigue la carta, el arquitecto “nos recomienda no utilizar las aulas colindantes de la iglesia. No hay ningún peligro, pero la seguridad de nuestro alumnado y trabajadores es lo primero, por lo que hemos realizado una serie de cambios en algunas aulas de Primaria y en optativas de ESO y Bachillerato, desplazándolas a otras aulas del colegio”.
Pese a estos cambios de carácter preventivo, las clases “se están dando con normalidad y en cuanto nos den permiso volverán a su ubicación original”.
Este jueves a primera hora tras el suceso, en un segundo comunicado remitido a los padres, el equipo detallaba más en profundidad los pasos dados en las últimas semanas tras detectar “a principios de septiembre anomalías en la cubierta de la iglesia”.
Tras ponerlo en conocimiento de “nuestro arquitecto”, sigue la nota, “inmediatamente se adoptan las medidas oportunas de seguridad para evitar la presencia de personas en la iglesia y su entorno”.
Fue entonces cuando se decidió “comenzar la Inspección Técnica del Edificio y ayer mismo se observó que había problemas serios en la estructura”.
Como consecuencia, continúa el escrito, “contactamos en el mismo momento con una empresa para que realizara un apeo de la estructura lo antes posible y así poder apuntalar techo y muros”.
No dio tiempo a más. Tras desalojar las aulas más cercanas a la iglesia y acordonar toda la zona en la tarde de ayer, “a las 7.20 horas de la mañana (este jueves) la estructura del techo ha cedido y se ha derrumbado. La única afectada es la iglesia, mientras que el resto del edificio donde se encuentran las aulas no presentan peligro por ser un edificio anexo pero independiente que se construyó con anterioridad”.
No obstante, “hay parte del muro de la iglesia que está inestable y hay que hacer una demolición controlada”, la cual se realizará “fuera del horario lectivo”