Con aplausos y peluches recibieron las familias a las niñas y niños en el rectorado de la Universitat Politècnica de València (UPV), desde un autobús que les trajo directamente de Ucrania después de varios días de viaje.
Ahora pasarán dos meses acogidos por familias valencianas dentro del programa especial organizado por la fundación Juntos por la Vida para este verano. "Saben que van a estar tranquilos y que no van a oír bombas", destacan desde la ONG.
En el encuentro hubo emoción y lágrimas tras el llamamiento de la entidad a las familias que se sumaron voluntariamente a la acogida, la mayoría por primera vez. Los menores, de entre 6 y 12 años, saben que ahora están bien después de lo que han pasado en los últimos meses, una ilusión que se reflejó en sus ojos.
Alona contó la angustia que pasó en su pueblo: "Tenía mucho miedo cuando oía los misiles por encima de mi casa porque creía que podía caer la bomba. Ahora voy a estar tranquila, lo voy a pasar bien, y lo único es que echaré de menos a mis padres".
Sasha relató que tenía miedo en el sótano de su casa, donde estuvo escondida mucho tiempo, y que ahora lo que quiere es jugar e ir a la playa. Nastia recordó cómo en Ucrania "disparaban mucho y pasaban los ocupantes rusos con los tanques que iban por las aldeas y por la casas" donde vivían.
"Ahora ya no estoy preocupado por mi vida"
Artem también se mostró tranquilo a su llegada a España: "Ahora ya no me preocupo por si explota algo, estoy más tranquilo, y no estoy preocupado por mi vida, porque ahora no estoy en tiempo de guerra".
"Son niños que han estado escondidos mas de un mes en sus casas, hasta que los rusos se han marchado, y sus madres nos han pedido por favor que los traigamos. Nosotros, con mucha ilusión, vamos a hacer que pasen el verano de su vida en las familias valencianas", destaca Jesús Rodríguez, vicepresidente de Juntos Por la Vida, organización que lleva 25 años realizando este tipo de programas.
Los menores pasarán estos dos meses en varias ciudades y pueblos valencianos, donde sus familias de acogida ya les han preparado un verano inolvidable. "Vamos a procurar que pasen un verano que no se olvide nunca. Un verano de disfrute cien por cien con los niños, como una hija más; haremos lo que a ella le apetezca, iremos viendo poco a poco como se va adaptando a casa. Que se divierta, que esté en familia, que se integre y que se olvide de los problemas que tiene de donde viene", afirmó una de las madres de acogida.