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Jaén

“Sentimos culpa por estar a salvo, lejos de Ucrania”

Anastasiia Snytko, Ivan Dymytrov y Taisiia Mykhailovska narran cómo están viviendo desde la capital esta “pesadilla”, tras días y noches de lágrimas, miedo...

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Anastasiia Snytko (24 años), Ivan Dymytrov (19 años) y Taisiia Mykhailovska (35 años) en el campus de Las Lagunillas de la Universidad de Jaén.

Cuando han pasado quince días desde que Rusia iniciara su ataque bélico a Ucrania, tres estudiantes ucranianos que están formándose en la Universidad de Jaén (UJA) han tenido fuerzas para narrar cómo están viviendo esta “pesadilla”, tras días y noches de lágrimas, miedo, incertidumbre y desconsuelo, con todos sus sentidos puestos en sus familias y con temor a que mueran. Anastasiia Snytko (24 años), Ivan Dymytrov (19 años) y Taisiia Mykhailovska (35 años) sufren desde la capital la pena, el dolor y la amargura de no poder estar con sus familias en un país del que salieron con una vida y al que volverán para comenzar otra totalmente distinta.

Dos sentimientos en común en los tres estudiantes ucranianos es la “vergüenza de haber sobrevivido, de vivir en unas condiciones muy distintas a las que está padeciendo la población de su país; y la “culpa de estar a salvo” y no luchando. Sin embargo, su lucha desde Jaén no cesa y han iniciado una campaña de recogida de productos sanitarios y material médico, agradeciendo la solidaridad y el apoyo de los jiennenses, a los que sienten “muy cerca”.

Anastasiia Snytko llegó a Jaén en 2019 (Erasmus) estudia un Máster en Ingeniera Industrial. “Ahora puedo hablar, pero los primeros días lloré como nunca. Es una pesadilla, están matando a personas inocentes por nada. Vosotros que podéis, disfrutar todo el tiempo que tengáis con vuestras familias”, dice llorando.

Su familias es de Dnipro,  una ciudad por ahora protegida. “Mantengo contacto diario. Ellos escuchan las alarmas de bombardeo cada hora, pero están protegidos. Cuando estalló el conflicto quise ir. Si iba a pasar algo malo, quería estar con mi familia. Soy la tranquilidad de mi madre porque ella sólo tiene que preocuparse de mi hermano”, señala.

Vive con “mucho miedo” lo que pueda pasarle a su familia. “No soy la misma. No puedo estudiar, ni salir, ni concentrarme. Mi familia está en riesgo y todo lo quiero y conozco está en Ucrania. Me queda el sentimiento de la vergüenza de haber sobrevivido, de estar bien en España y que mi gente esté luchando”, confiesa.

Su familia está en un piso y cuando suena la alarma por un bombardeo se sitúan en el pasillo. “Dicen que la primera pared es la que recibe todo y la segunda, la que te protege. Tienen que estar entre dos paredes. La alarma suena unas diez veces al día”, relata. Su tía es de Kiev y “por suerte escapó el primer día con sus dos niños, que no dejan de decir que no quieren morir”. Su madre lleva días sin localizar a una de sus sobrinas. “No sabemos si está viva”, dice. “Ucrania no ha atacado a Rusia. Sus misiles caen en nuestras ciudades. La población ucraniana está intentando parar los tanques rusos con sus propias manos. Pedimos que nos cierren el espacio aéreo, para acabar con los misiles que están matando a civiles inocentes. Ucrania está luchando y no se rendirá. Van a proteger su país y sus familias”, valora.

Taisiia Mykhailovska es natural de Kiev, donde se licenció como psicóloga. Llegó a Jaén en octubre de 2021 para estudiar un Máster de Psicología Positiva. “Mi familia está en Kiev. Mi hermano, el primer día de la guerra, salió a la casa de un familiar de mi cuñada, en una ciudad pequeña cercana a Kiev. Al principio vivían escondidos en un sótano, con mi sobrina de nueve meses. Después de dos semanas, mis seres queridos han logrado ser evacuados, pero he estado días sin saber qué les había ocurrido. Mis padres no van a salir de Kiev, no quieren dejar su vida”, dice.

Su madre está enferma de cáncer y no puede continuar con su tratamiento. “En Kiev estudiaba y trabajaba y ahora no tengo nada. Siento que estoy perdiendo mi pasado”, lamenta.   Su vida ha cambiado. “No puedo llevar una vida normal. Mi familia y todos mis amigos están en Kiev bajo bombardeos. La situación es muy grave. Pronto empezará a morir población por desabastecimiento. Están asesinando a voluntarios que llegan para entregar alimentos. Es horrible”, denuncia.  

A sus 19 años, Ivan Dymytrov llegó a Jaén para formarse en Administración de Negocios y Gestión de Empresas. Su familia reside en Artsyz, una ciudad que ha sufrido bombardeos en las zonas de campo, y aunque no ha lamentado la pérdida de ningún ser querido, su sentimiento es de angustia y desconsuelo. “Quisiera estar con mi familia. Todo lo que  quiero está en Ucrania”, confirma.

Campaña

Estos universitarios ucranianos han iniciado una campaña de recogida de ayuda humanitaria. La primera furgoneta con material donado salió la semana pasada hasta Málaga, a través de la organización Maidan Málaga. “Tenemos una lista de artículos prioritarios, como medicamentos y material de primeros auxilios. Sentimos mucho apoyo de todos, de los compañeros y de la sociedad jiennense”, agradece Anastasiia Snytko .

La campaña arrancó tirando de sus propios contactos. “Estudiantes de Polonia que han estudiado en la Universidad de Jaén están recibiendo transferencias de dinero para que puedan comprar lo que haga falta y entregarlo directamente a la frontera”, dice.

Ahora la UJA va a habilitar un punto de recogida de material en el Colegio Mayor Domingo Savio. “Se podrá entregar cualquier tipo de ayuda en cualquier momento del día”, agradece.

Termina: “La gente de Jaén no está mirando a otro lado y así lo sentimos. Me han contactado muchas personas y me han ofrecido sus pisos por si se pueden traer familias, para acogerlas. Están ofreciendo cualquier ayuda. Hay muchas organizaciones en la ciudad que están solidarizándose con Ucrania”.  

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