A Gonzalo Hermida en muy poco tiempo le ha pasado de todo. Fue seleccionado entre los semifinalistas del Benidorm Fest, el certamen que ha elegido al representante español en Eurovisión. No pudo actuar porque se contagió de Covid un día antes de su estreno. Ha podido cantar ante su más admirado ídolo, el compositor jerezano Manuel Alejandro, en el homenaje que la Diputación Provincial de Cádiz le brindó para darle su título de Hijo Predilecto de la Provincia el miércoles de la semana pasada. Y ha comenzado su gira con su disco Ignífugo bajo el brazo. Su escalera ascendente hacia el éxito no tiene fin, pero sí una meta confesa: actuar en el Teatro Falla de Cádiz.
Hermida, que se ha criado en Puerto Real, le dio por las bicis antes de cambiarlas por la guitarra y el piano. Hay en ese espíritu deportista un poco de contrarreloj, del que quiere llegar pronto a los sitios, pero también de buen corredor de fondo, del que sabe esperar para poder llegar al sprint final con fuerza. De hecho, de eso va su disco Ignífugo. De arder todo lo que haga falta, pero sin quemarse. De resistir, de luchar, de ganar.
“Yo me quiero a mí primero / cuento con los dedos de una mano los amigos / hay heridas que no cierro / y siempre lo haré / nunca me traicionaré”. Es la letra de la canción que abre este disco y también con la que comienza los conciertos de su nueva gira. Se llama A mí primero y es su declaración de intenciones. “Yo estaba en una discográfica y me sentía un poco perdido. No me encontraba. Así que decidí parar, buscarme con mi guitarra y aquí estoy ahora pico y pala hasta conseguirlo”, asegura abriéndose a la sinceridad con su público. Había empezado muy niño. Con apenas 15 años ya había escrito su primera canción. Sus padres nunca le insistieron. “Me dejaban con la guitarra, con el piano. Para mí era un juego. Si me hubiesen forzado a aprender, o a decirme lo que tenía que hacer, quizá hubiese ido por otro lado”.
También admite que le gustaba ser centro de atención. “Es algo que le gusta a cualquiera que se siente artista”. Aunque tuvo que ser su padre, Carlos Hermida, y su amiga María los que le insistieran en que, además de componer, también cantara sus canciones.
Gonzalo Hermida empezó a hacerse un hueco escribiendo y produciendo canciones. Las ha escrito para Malú, Sergio Dalma, Antonio José, o India Martínez. Se trasladó de Puerto Real a Madrid, y, desde allí, ha comenzado a labrarse una carrera como cantautor. Su canción Quién lo diría, escrita junto a David Santiesteban, fue seleccionada para participar en el Benidorm Fest. “Primero fue la canción y luego la decisión de que yo la cantara”. Aunque, al final, el destino le impidió defenderla en directo porque dio positivo Covid poco antes de tener que cantarla. Aún así llegó a la gran final, con el respaldo del jurado y del público. “Quiero pensar que no estaba para mí cantar, porque fue un palo muy gordo. Me había protegido durante dos meses y caí un día antes del festival”, explica. Aún recuerda la escena. Le dio un mareo cuando fue a levantarse. Su pareja, la también cantante Julia Medina, le hizo un test de antígenos y le gritó desde el otro lado de la habitación de hotel: “¡Positivazo!”.
Pero de lo malo siempre se puede sacar algo bueno. Él lo lleva haciendo ya tiempo. Ha compuesto canciones hermosas, como Inmunes, dedicada a los meses del confinamiento. Y también se compromete socialmente como en Ni una más, contra la violencia de género. Sus canciones son de amor, de vivencias cotidianas, de disfrutar… de lo que siente alguien veinteañero con ganas de comerse el mundo.
“Sigo llorando cada vez que me acuerdo”
El martes de la semana pasada cumplió el sueño de cantar ante Manuel Alejandro, su ídolo, junto a otros jóvenes talentos de la músia en la provincia de Cádiz. “Es el Da Vinci de la canción, el Dalí de la música. Es un genio. Sigo llorando cada vez que me acuerdo. Y me sigo poniendo el vídeo cuando él dice mi nombre”. El compositor jerezano, que este lunes será nombrado Hijo Predilecto de Andalucía, se emocionó mientras escuchaba al de Puerto Real interpretando su sentida versión de Mi amante, amigo. Una canción que ha incorporado a su repertorio, como un guiño a su ídolo y a su madre, que tantas veces se la puso de pequeño.
La cantó este pasado viernes en la Sala El Pelícano de Cádiz, donde agotó con mucha antelación todas las entradas. “Mi manager Diego me ha dicho que tenemos que tocar en el Teatro Falla, que tenemos que marcarnos metas altas. ¿Me ayudáis a conseguirlo?”, dijo a un público entregado en El Pelícano. Será otro escalón más en la escalera de Gonzalo Hermida, a la que, por el momento, no se le ve final.
